Se plantarán cerca de 85.000 unidades en los parques históricos y singulares y 484.000 en las zonas verdes de los 21 distritos
Más de medio millón de plantas ornamentales decorarán los parques históricos y las zonas verdes de los 21 distritos de Madrid gracias a la campaña de plantación de flor de la temporada de primavera-verano, del Ayuntamiento de la capital, que acaba de arrancar y que se extenderá durante mayo y junio.
En total, serán 569.000 plantas de 26 especies diferentes, repartidas por la capital en función de sus características de resistencia a las altas temperaturas y de sus necesidades de sombra y agua, las que inundarán de colorido los parques y jardines durante los próximos meses.
En los parques históricos y singulares se plantarán 84.641 unidades de 15 especies, con flores de diferentes tamaños y tonalidades. Con cerca de 37.000 unidades, será mayoritaria la presencia de la especie Sunpatiens, conocida como «alegría», y cuya principal característica es su espectacular floración.
También será notable la presencia de la Zinnia, conocida como «rosa mística o flor de papel», con 12.100 unidades. Además, entre otras, se plantarán 10.156 begonias y 6.585 plantas de la especie lantana, una flor de gran resistencia al sol y bajas necesidades hídricas.
Adornos florales para los distritos
Los 21 distritos madrileños también serán escenario de estos trabajos de plantación con más de 484.000 unidades. En sus zonas verdes se incorporarán, además de las especies de los parques históricos, otras como la Beedance, Cannas, Coleus (cóleo), Coreopsis (una especie de margaritas), o Gazania.
El distrito de Centro será el que sume un mayor número de nuevos ejemplares, con un total 88.303 plantas con predominio de las petunias. El segundo distrito con más unidades será Puente de Vallecas, con 48.808 plantas entre las que abundarán las begonias, las petunias y los tagetes.
Los adornos florales de la ciudad están presentes durante todo el año gracias a las dos campañas de flor de temporada ejecutadas por el Ayuntamiento en otoño-invierno y primavera-verano. Ambas se solapan para mantener la belleza paisajística y asegurar el correcto desarrollo de las especies plantadas.
Asimismo, las campañas son planificadas con antelación para que, mientras se desarrolla una de ellas, los viveros comerciales cultiven las plantas de la siguiente temporada, ya que es una exigencia municipal que la planta esté florecida al menos en un 50 % en el momento de la plantación.