Con la retirada del último diésel, la EMT logra un hito histórico coincidiendo con su 75 aniversario
El último autobús diésel que circulaba por la ciudad ha apagado hoy el motor para siempre tras realizar su último recorrido desde Avenida de América hasta su encierro en el Centro de Operaciones de Fuencarral. Madrid cumple así con la promesa que realizó su alcalde, Jose Luis Martínez-Almeida, en 2020 de que ningún autobús municipal propulsado por este combustible recorrería las calles de la ciudad después de 2023, con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire.
La ciudad se sitúa como la primera gran capital europea -en cuanto al número de habitantes y autobuses en servicio- que opera con una flota de autobuses municipales 100 % limpia.
El actual equipo de Gobierno ha adquirido 1.291 autobuses nuevos y limpios para renovar el 60% de la flota. «El esfuerzo del Ayuntamiento de Madrid, junto con la firme gestión llevada a cabo por la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), ha hecho posible la incorporación constante de nuevos modelos de autobuses que la Unión Europea incluye bajo el criterio de limpios según la Directiva de Vehículos Limpios (Clean Vehicles Directive: EU Directive 2019/11610). Gracias a esta apuesta, los últimos 12 autobuses de gasóleo de la EMT han dejado definitivamente de circular este mes, posicionando a Madrid a la cabeza de España en el cumplimiento de lo estipulado por la normativa europea en materia de combustibles aplicados al transporte urbano. Este hito coincide, además, con el 75 aniversario de la EMT«, destaca el Ayuntamiento de la capital .
Con la retirada del último autobús diésel, en 2023, la actual flota 100 m% limpia de la EMT pasa a estar compuesta por 1.915 autobuses de GNC y 180 buses eléctricos. El próximo año, además, la empresa municipal incorporará los diez primeros autobuses de hidrógeno y otros 150 nuevos eléctricos.
Hasta hoy, por las calles de la ciudad han circulado un total de 5.009 autobuses diésel, de acuerdo con los registros de la empresa municipal que abarcan desde el año 1974 y hasta la última generación diésel que se integró en la flota madrileña en 2012. Muchos otros vehículos diésel ya circulaban a finales de los años 40 por calles y barrios de la capital, pero hoy todos son historia, ya que han cedido el paso a otros tecnológicamente más sostenibles y modernos.
Una flota moderna, 100% limpia y dotada de las últimas novedades tecnológicas que ofrece el mercado actual, este es uno de los objetivos clave de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 del Ayuntamiento y uno de los ejes del Plan Estratégico de la EMT hasta 2025 para adaptarse a los requerimientos establecidos por la directiva europea y las nuevas necesidades que impone una gran urbe como Madrid.
La búsqueda de soluciones cada vez más sostenibles desde el punto de vista medioambiental para Madrid ha sido la apuesta firme de la EMT y ha contado con el respaldo del actual equipo de Gobierno, traduciéndose en una progresiva electrificación que alcanzará el 25% de la flota municipal en 2025. Para este propósito, el Centro de Operaciones de la EMT en La Elipa, con capacidad para 318 autobuses, se está preparando para convertirse en centro de referencia para la gestión de flota 100 % eléctrica, dotado con una instalación fotovoltaica diseñada para el suministro.
Además de poner el acento en la energía eléctrica, el Plan Estratégico de la EMT hasta 2025, presentado a principios de año, contempla también la incorporación del hidrógeno verde en la flota. La llegada de diez autobuses de pila de combustible alimentados por esta fuente de energía limpia está prevista para 2023.
La inversión en nuevos autobuses municipales menos contaminantes o modelos Cero emisiones alcanzará los 534 millones de euros entre 2021 y 2025, como recoge el Plan Estratégico de la EMT, un documento en total consonancia con el compromiso con la sostenibilidad reflejado en la Estrategia Madrid 360. Esta cantidad se suma a los 77,34 millones ya invertidos en 2020 para la adquisición de vehículos más sostenibles.
Evolución de la flota municipal madrileña
Hasta el año 1994, la totalidad de la flota de la EMT (1.862 vehículos) estaba compuesta por autobuses diésel. En ese año, comienzan las compras de los primeros modelos alimentados por GNC que han sido, durante décadas, una solución segura desde el punto de vista medioambiental frente al uso del diésel y desde el punto de vista operacional, por el rendimiento que ofrecen en una ciudad de grandes trayectos y elevada demanda de viajeros como es Madrid. Hoy por hoy, constituyen el grueso de la flota madrileña que, actualmente, presenta ya una apuesta clara hacia la electrificación y la búsqueda de tecnologías alternativas como el hidrógeno verde.
En el año 2007, la EMT adquiría por primera vez vehículos eléctricos, 20 minibuses Gulliver que comenzarían a circular por las calles de Madrid en 2008. Actualmente, la electrificación es un objetivo estratégico y la EMT cuenta con 19 líneas cero emisiones, siendo Madrid la ciudad de España con más líneas electrificadas. El pasado mes de mayo, la EMT adjudicó la mayor compra de eléctricos de su historia: 150 autobuses, por un total de 81 millones de euros que, en parte, cuentan con la financiación de los fondos Next Generation y en el año 2025, el 25 % de los autobuses de la EMT serán eléctricos.
Además, en los últimos años, la flota municipal ha experimentado un espectacular rejuvenecimiento en la edad media del parque de la EMT: 9,46 años en noviembre de 2016; 7,14 en noviembre de 2018; 6,57 en noviembre de 2019, hasta llegar a los 4,84 años de media actualmente. Este dato favorable se explica por el riguroso plan de adquisiciones de los últimos tres años diseñado por EMT y Ayuntamiento.