El presidente argentino ha respondido así a la retirada de la embajadora española de Buenos Aires
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha tachado de «disparate propio de un socialista fatalmente arrogante» la retirada definitiva de la embajadora de España en Buenos Aires .
Milei ha insistido en que el presidente del Gobierno «no es España, y mucho menos su mujer». Sánchez «se convertirá en el hazmerreír de todo el mundo por la payasada que está haciendo por un tema de índole personal», ha afirmado Milei en una entrevista a La Nación+, poco después de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunciase la retirada de la embajadora española en Buenos Aires.
El político argentino ha añadido que «los socialistas son capaces de hacer cualquier cosa». «Esto mancha la imagen internacional de España» y demuestra «lo arrogantes que son como para creerse que son el Estado y que nadie puede decirles nada», ha indicado Milei, quien ha negado que Argentina vaya a tomar alguna medida similar.
También ha criticado que la oposición argentina le recomienden a él ir a terapia, ya que a su juicio a quien debería aconsejar a acudir al psicólogo es a Sánchez, «para que madure» y ha sugerido que «recomienden un buen abogado para Begoña».
En su primera entrevista tras regresar de España, donde participó en un acto de Vox el pasado domingo, el presidente argentino llamó «cobarde» a Sánchez y dijo que se había sentido «agredido» tras las palabras del ministro español Óscar Puente cuando insinuó que se drogaba, por lo que reiteró su intención de no disculparse por sus palabras, cuando calificó a Sánchez de «calaña de gente atornillada al poder» y tildó de «corrupta» a su mujer, Begoña Gómez, investigada por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias.
El dirigente argentino, en la misma entrevista, relacionó a Sánchez con el kirchnerismo, de quien cree que parte la estrategia de avivar esta polémica, y afirmó que Sánchez «se mete debajo de la pollera (falda) de las mujeres. Es tan cobarde que necesitó mandarme a pegar por mujeres. Es algo de una cobardía feroz», fueron sus palabras tras las declaraciones vertidas contra él por la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Yolanda Díaz; y la de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.