Nieves recibió hace unos meses la llamada de los estafadores que hacen creer a la víctima que un familiar ha sido secuestrado. Piden un rescate bajo amenazas de hacerle daño
Nieves estaba en su casa de Torrejón de Ardoz cuando por la mañana recibió una llamada al teléfono fijo. Como es habitual, contestó sin más y al otro lado de la línea una voz de una persona joven, varón, le dice «mamá, mamá, me han secuestrado, me van a torturar». Cuando escuchó esa voz lo primero se asustó, se puso nerviosa, pero inmediatamente después pensó que era absurdo porque su hijo estaba durmiendo en su cuarto después de haber pasado toda la noche trabajando. Les dijo «no me toméis el pelo», y le pasó el teléfono a su hijo. Al chaval le dijeron lo mismo, y él respondió: «pero si su hijo soy yo», después él mismo colgó el teléfono. Le dijeron además que si pagaba una determinada cantidad de dinero, que no recuerda, le soltarían.
Automáticamente Nieves llamó a la Policía, al 091. Los agentes le pidieron que comprobara si se había quedado registrado el número desde el que habían realizado la llamada, pero no pudieron rescatarlo, no había ni rastro, ni siquiera un número oculto, prácticamente, relata Nieves a MiraCorredor.tv, como si no hubiesen llamado.
Los estafadores nunca volvieron a llamar. Quizá se dieron cuenta de que en este caso habían pinchado en hueso, al decirles la víctima que su hijo estaba en la vivienda con ella. Pero no es lo habitual, la Policía alerta de numerosos casos en los que hacen creer a la persona a la que llaman que se trata de un secuestro real, fingiendo que el familiar secuestrado les está pidiendo ayuda en ese momento. Y para ello utilizan todo tipo de artimañas, desde llantos, efectos especiales, voces desgarradas…, lo que convierte a la víctima, envuelta en un claro nerviosismo, en presa fácil.
Imagen de Nieves al teléfono
El modus operandi suele ser siempre el mismo. Una llamada en la que un familiar pide auxilio a la víctima y dice estar secuestrado. No le dejan apenas tiempo, le piden que no cuelgue el teléfono bajo ningún concepto o le harán daño, y después exigen dinero, bien por transferencia bancaria o por envíos a través de un locutorio. En algunos casos hacen creer a la víctima que la están observando, que incluso están en la puerta del domicilio para así tratar de amedrentarla y conseguir su cruel objetivo.
El caso de Nieves ocurrió hace ahora unos dos meses en Torrejón de Ardoz. Precisamente el Ayuntamiento de la localidad hace unas semanas alertó de un repunte de este tipo de casos.
Lo más aconsejable, según la Policía, es desconfiar, colgar el teléfono inmediatamente y llamar al 091.
Torrejón alerta de un repunte de los llamados secuestros virtuales