Se oponen al proyecto de ampliación «por sus altas emisiones de CO2 y su afección negativa a los espacios naturales y las poblaciones» del entorno
Las organizaciones Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y Liberum Natura han acogido con «preocupación» el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el aumento de la capacidad operativa del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, «muy por encima de la contemplada en 2021», denuncian.
«Si el Plan Director del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas 2017-2026 y el Documento de Regulación Aeroportuaria 2022-2026 (DORA II) incluyen un programa de obras para aumentar la actual capacidad de gestión de operaciones del aeropuerto (70 millones de pasajeros/año) y poder transportar un total de 80 millones de personas, el nuevo anuncio, eleva esa cifra a los 90 millones de pasajeros en 2031. Además, la previsión de que Barajas se convierta en centro de conexión (hub) con América Latina y con Asia, supondrá el aumento de las operaciones de larga distancia (hasta el 70%) y media distancia (hasta 60%), en detrimento de los vuelos cortos. Un efecto directo será el incremento de aviones de mayor tamaño para cubrir vuelos de largo radio y aumentar ocupación de la corta distancia», critican estas organizaciones.
Además, apuntan que según el estudio publicado por Ecologistas en Acción el pasado mes de julio y, «en un escenario máximo de 80 millones de pasajeros, los resultados obtenidos indican que las emisiones de CO2 aumentarían entre un 20% y un 34% respecto de 2019, los óxidos de nitrógeno entre un 20% y un 30% y las partículas (PM) entre un 22% y un 30%».
Otro informe realizado por el Open Data Institute, el Consejo Internacional de Transporte Limpio y la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, en 2021, «pone de manifiesto que Barajas es el quinto aeropuerto con mayores emisiones de dióxido de carbono de Europa y uno de los diez responsables del 42% de las emisiones de dióxido de carbono de los pasajeros de la región», añaden.
«Vivimos en los años decisivos de la crisis climática, seguir aumentando la capacidad operativa de Barajas es una mala idea. Equivocarse en las prioridades, ahora, tiene un coste que no podemos pagar». En este sentido, señalan que «el incremento de las operaciones, supondrá también aumento del ruido. El ruido se manifiesta especialmente en las rutas de despegue y aproximación, sobre los ejes de los ríos Jarama, Henares, Guadalix y Manzanares coincidiendo, todos ellos, con espacios Red Natura 2000».
«Los municipios más afectados son Coslada, San Fernando de Henares, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Algete y hacia el sur Torrejón de Ardoz, Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio, Loeches». «Las partículas ultrafinas, el hollín y los enormes niveles de ruido emitidos por los motores de las aeronaves representan la causa de patologías de tipo cardiovascular, discapacidades auditivas, alteraciones del sueño o deterioros del rendimiento cognitivo», critican las citadas organizaciones.
«La ampliación de la capacidad operativa, del aeropuerto ampliará esta afección al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y al valle del Tajuña, una zona rural de alto valor natural para la que los colectivos ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura «llevan años reclamando su protección».
«El proyecto de ampliación del sistema aeroportuario de Barajas en 2001 ya afectó al río Jarama. Destruyó 3 kilómetros de su cauce, que tuvo que ser desviado y encauzado, a pesar de ser espacio protegido Red Natura 2000. Ahora, el presidente del Gobierno, para maquillar la insostenibilidad de la nueva propuesta, ha anunciado que contará con la mayor planta fotovoltaica anexa a un aeropuerto para reducir la huella de carbono. Pero esa planta ya está construida, se inició sin tener declaración de impacto ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid e invade la llanura de inundación del río Jarama», afirman estos colectivos.
«Según ha anunciado la Comunidad de Madrid, 2023 podría cerrarse con 14 millones de turistas nacionales e internacionales. Esta presencia masiva de turistas transforma el comercio de proximidad, deteriora la convivencia de las comunidades de vecinos y promueve la expulsión de los residentes, además de provocar la pérdida del dinamismo e idiosincrasia de los barrios. La masificación turística también está teniendo efecto en el medio natural, llegando a colapsar accesos a pueblos y espacios protegidos. Estas situaciones se repiten en zonas como la Sierra de Guadarrama u otros espacios protegidos», agregan.
Al margen de las propuestas de ampliación de los espacios de las terminales 1, 2, 3, 4 y satélite, para estas organizaciones, «Aena pretende llevar a cabo una importante operación inmobiliaria, la creación de una Airport City, es decir, una ciudad en los aledaños del aeropuerto con usos logísticos, aeronáuticos, terciarios, residenciales y de ocio. La superficie destinada a estos fines alcanzaría las 323 hectáreas de suelo público y dos millones de metros cuadrados edificables y el Ayuntamiento de Madrid ya está tramitando la modificación puntual del plan general para posibilitarlo. El ente público adjudicaría el suelo y el aprovechamiento urbanístico a entidades privadas».
Ante esta situación, los colectivos ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura, piden paralizar la ampliación del aeropuerto de Barajas, establecer límite de emisiones para la aviación en España, eliminar vuelos cortos con alternativa en tren, y medidas fiscales sobre aerolíneas y billetes para desincentivar vuelos.