Por matar presuntamente a cuatro personas y herir a varias más, atropellándolas intencionadamente en la puerta de un restaurante
La Fiscalía de Madrid pide 226 años de cárcel para el hombre acusado de matar a cuatro personas y herir a varias más, atropellándolas intencionadamente tras una discusión en una boda gitana que se celebraba en el restaurante El Rancho, situado en el número 6 de la Avenida de la Constitución de Torrejón de Ardoz, el 6 de noviembre de 2022, como contamos aquí en MiraCorredor.
La Fiscalía imputa al conductor, Micael D.S.M., conocido como El Portugués, cuatro delitos de asesinato consumado (25 por cada uno) y nueve delitos de intento de asesinato (14 por cada uno), al considerar probado que tras un altercado causó los atropellos «con total voluntad de causarles la muerte o asumiendo la posibilidad de que ello sucediera».
El pasado mes de enero la jueza que investiga el atropello propuso juzgar al acusado, mediante tribunal del jurado, por cuatro asesinatos y diez tentativas de asesinato, tras recabar testimonios y recibir un informe policial que apunta que el atropello en el exterior del restaurante fue intencionado, en contra de lo que aseguró el conductor.
Previamente la magistrada archivó la causa abierta contra dos sobrinos del acusado principal, al determinar que no son responsables de los hechos a pesar de que acompañaban a Micael en el coche y después huyeron hasta que fueron finalmente localizados y detenidos junto a su tío, que permanece en prisión provisional a la espera de juicio.
Según las informaciones que se publicaron cuando ocurrieron los hechos, uno de los sobrinos del autor del cuádruple atropello mortal fue expulsado del banquete de la boda por haber tenido una relación con la novia, por lo que no habían sido invitados a la fiesta.
Los sobrinos declararon ante el juez que el atropello no fue intencionado y que su tío estaba recibiendo una paliza, una versión que la defensa de las víctimas negó rotundamente. Micael, sus dos hijos menores y sus sobrinos, fueron detenidos en Seseña (Toledo) cuando intentaban huir a pie tras deshacerse del coche.