El Consejo General de Enfermería la considera una ofensa a una profesión de gran prestigio
El Consejo General de Enfermería (CGE) ha denunciado públicamente «el repugnante enfoque de la fiesta temática Crazy Hospital», celebrada en la famosa discoteca Fortuny de Madrid.
En la misma, azafatas semidesnudas disfrazadas de enfermeras animaban el local ofreciendo chupitos en unas jeringuillas gigantes.
El Consejo considera que es «una ofensa a las 300.000 enfermeras y enfermeros de España y a todas las mujeres».
En una nota, los enfermeros subrayan que, sin embargo, los papeles de médicos estaban encarnados sólo por hombres, «sin connotaciones sexistas y sin enseñar escotes o culos».
Mientras, añaden, las chicas vestían ropa interior roja y de encaje «más propia de una película pornográfica y acompañada con la sempiterna y anacrónica cofia».
El presidente del Consejo de Enfermería, Florentino Pérez Raya, recuerda a los responsables del local y de la marca de bebidas que «las enfermeras son profesionales con un alto nivel de cualificación, que gozan de gran prestigio, que salvan vidas y que se han visto degradadas al presentarse como un mero icono sexual».