En febrero, antes de la guerra de Ucrania, los alimentos han subido un 0,8%, lo mismo que el IPC general con respecto a enero, lo que supone un aumento interanual del 5,6% en esta partida
Las constantes subidas del precio de la electricidad, el butano y los carburantes vuelven a trasladarse a los precios de la alimentación, que han vuelto a subir en febrero, en concreto un 0,8% (lo mismo que el índice general), lo que supone un incremento anual del 5,6% en esta partida, tal y como acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística en los datos desagregados del mes pasado.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que esta subida de los precios de los alimentos en febrero resulta muy preocupante en varios productos básicos, como son la fruta fresca (3,8%), las legumbres secas o en conserva (3,1%) y, sobre todo, los alimentos para bebés (5,0%). Otros productos básicos afectados, aunque en menor medida, son la leche entera (1,9%), la leche desnatada (1,6%), el pescado congelado (1,3%), el pan (1,1%) y el queso (1,1%).
También llama la atención las extraordinarias subidas de salsas y condimentos (5,2%), el agua mineral (5,1%) y los platos preparados (4,5%). Por el contrario, durante el mes de febrero se han producido importantes bajadas de precios en los pescados frescos (-7,1%) y en la carne de ovino (-5,2%), si bien ambos arrastraban importantes subidas en meses anteriores.
La OCU advierte de que estas subidas no han afectado por igual a todas las regiones. Entre las que más han sufrido el incremento de precios de febrero destacan Aragón (1,0%), Castilla-La Mancha (1,0%), Navarra (0,9%), Andalucía (0,9%) y Comunidad Valenciana (0,9%). Mientras que se ha sentido un poco menos en Madrid (0,6%), Galicia (0,7%), Canarias (0,7%), Cantabria (0,7%), Ceuta (0,7%) y Melilla (0,7%).
Ahora, más que nunca, la OCU recomienda adquirir productos de temporada y priorizar los supermercados más baratos. «Eligiendo bien el lugar donde se hace la compra, se pueden obtener ahorros muy relevantes: unos 1.000 euros al año de media (más de 3.500 euros en algunas ciudades)». Además, recomienda usar la aplicación gratuita OCU Market, que permite comparar el precio de más de 150.000 productos de alimentación y droguería en los supermercados del barrio.
Por último, ante la importancia de las subidas de los precios de la alimentación de productos básicos y las sombrías perspectivas en la evolución futura de los precios, la organización pide a las diferentes administraciones que se planteen la creación de cheques de alimentos para las familias más vulnerables. «De esta forma, al igual que sucede con el bono social térmico y eléctrico, podrá amortiguarse el duro golpe que la subida de alimentos tiene para las economías más vulnerables», señala la OCU.
Los precios de la electricidad y la gasolina han disparado la inflación en España al 7,6% en febrero frente al año pasado, su nivel más alto en 35 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato final supera en dos décimas la estimación de hace dos semanas y es 1,5 puntos superior al dato interanual de enero. El INE señaló que se trata de la tasa más alta del IPC en España desde diciembre de 1986, y apunta a la electricidad, la gasolina y los alimentos como los componentes del índice que mayor peso tuvieron en este repunte.
La categoría electricidad, gas y otros combustibles lideró el aumento de los precios con una subida del 60% respecto a febrero de 2021, en contraste con el 39,6% de incremento en enero. El precio de la electricidad protagonizó con diferencia la mayor subida, al dispararse en el segundo mes del año un 80 %, por encima de los combustibles líquidos (52,3 %), los hidrocarburos licuados como el butano o el propano (33,4 %) y el gas natural (12,1 %).
En el ámbito de los transportes, el precio del gasóleo subió un 28,4% y la gasolina un 25,1%. También los alimentos contribuyeron a la subida del IPC, sobre todo aceites y productos relacionados con la harina. De esta forma, la tasa de inflación interanual vuelve a subir después de que en enero bajara respecto a diciembre, y rompiera una tendencia al alza que se repitió durante diez meses consecutivos. Ahora vuelve a subir en un contexto marcado por las tensiones provocadas por el conflicto en Ucrania, que estalló el pasado 24 de febrero.
Desde que hace un año el IPC se situara en el 0,0%, la inflación se ha desbocado: del 1,3 % en marzo pasó al 6,5% en diciembre y al 6,1% en enero. El INE también subió una décima el índice de precios de consumo armonizado (el IPCA, que permite hacer comparaciones con otros países europeos), hasta dejarlo en el 7,6%, un punto y medio más que el mes anterior, informa Efe.