Morirse en Rivas cuesta un 59,3 % más que la media de España
Rivas Vaciamadrid lidera la lista de los grandes municipios de España donde sale más caro morirse, según datos de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa) que hace estos cálculos tras analizar el 80 % (216.404) de los sepelios sufragados en 2018 por las aseguradoras, un sector que se hace cargo del 63 % de los enterramientos e incineraciones que se realizan en España.
En concreto, morirse en Rivas cuesta un 59,3 % más que la media de España. En la Comunidad de Madrid, la región más cara para morirse, a Rivas le siguen San Sebastián de los Reyes (51,4 %), Las Rozas (50,7 %) y Alcobendas (48,9 %).
A continuación están Lleida (48,6 %), Mataró (45,9 %), Pozuelo de Alarcón y Girona (41,2 %), Valdemoro (40,4 %) o Torrejón de Ardoz (36,8 %).
Por el contrario, los pueblos más baratos para morirse son Vitoria, donde el coste es un 32 % inferior a la media, Toledo (29,2 %), Zamora y Ceuta (26 %), Barakaldo y Getxo (25 %), Palencia (21,4 %) y Ávila y San Cristóbal de la Laguna con un 19 % menos en sus precios.
Por provincias, las más caras para afrontar un sepelio son Girona, Madrid y Barcelona, donde se paga un 29, un 27 y un 21 por ciento, respectivamente, más que la media del país. Detrás de ellas se sitúan Lleida (19,4 %), Huesca (15,7 %) y Pontevedra (15,03 %).
Y en el extremo opuesto, aquellas donde se paga menos por un sepelio, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, destacan Zamora, con un 39,7 % por ciento menos que el conjunto del país, Santa Cruz de Tenerife (36,2 %), Palencia (29,7 %), Soria (27,1 %) y Cuenca (26 %).
Entre los municipios más grandes, los que superan los 250.000 habitantes, Madrid (59 %), Vigo (33 %) y Valencia (27,9 %) son las ciudades donde fallecer resulta más costoso.
No obstante, hay media docena de localidades en las que, pese a ser grandes, un entierro cuesta menos que en el conjunto de país. Son Bilbao, Murcia, Zaragoza, Las Palmas de Gran Canaria, Córdoba y Málaga, donde los entierros cuestan entre un 17 % y un 3 % por debajo de la media.
El informe de Unespa también refleja que el coste de trasladar al fallecido desde el lugar donde pereció al sitio donde va a ser enterrado es de 424 euros, cifra que se eleva hasta los 5.987 euros si hay que repatriar el cuerpo desde el extranjero, datos que no están contabilizadas en las medias de los sepelios.
Conclusión: morirse en España es caro. Según cifras de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), si se suman los costes del velatorio, el ataúd, la inhumación o incineración, además de flores, coche y esquelas, el coste medio de un entierro «sencillo» supera los 3.500 euros.