La norma del solo sí es sí, que surgió tras la indignación por la Manada de los San Fermines, elimina la distinción entre abuso y agresión sexual
La ley del solo sí es sí avanza hacia el Senado después de que este jueves la mayoría del Pleno del Congreso haya mostrado su apoyo a la norma, que, en palabras de la ministra de Igualdad, Irene Montero, será de los derechos más importantes «que podamos dejar a nuestras hijas».
El dictamen de la ley de garantía integral de la libertad sexual ha salido adelante con 201 votos a favor, 140 en contra (PP y Vox) y 3 abstenciones.
La ley, que ha sufrido cambios durante su tramitación en la Cámara Baja, mantiene la modificación del Código Penal para eliminar la distinción entre abuso y agresión sexual, hace del consentimiento expreso la clave para juzgar los delitos sexuales y garantiza una atención integral a las víctimas.
Además, con las enmiendas incorporadas considera ilícita la publicidad que contribuya a promover la prostitución, reconoce el derecho a la residencia y al trabajo a las víctimas de violencia sexual en situación irregular, en el marco de las autorizaciones excepcionales recogidas en la ley de extranjería.
También reconoce el derecho a recibir ayudas a las madres de los menores asesinados por sus parejas o exparejas, como víctimas de la violencia vicaria, y blinda la financiación de las medidas incluidas en el Pacto de Estado contra la violencia de género, al establecerse que el Gobierno deberá aprobar las partidas presupuestarias necesarias.
En esta jornada, tras una larga votación de decenas de enmiendas, solo se han aprobado cuatro en el pleno, la principal, consensuada por el PSOE, Podemos, ERC y Bildu para que los menores que cometan delitos sexuales tengan la obligación de realizar programas formativos sobre educación sexual y de igualdad de género.
«Hoy es un día muy importante para las mujeres de nuestro país; el solo sí es sí, el hermana yo sí te creo por fin se convierten en una ley; la libertad sexual, por fin, va a ser un derecho en nuestro país, y vamos a cambiar la violencia por la libertad y el miedo por el deseo», ha sentenciado Irene Montero durante su intervención que ha cerrado el debate, informa Efe.
Desde PP han rechazado el texto, porque, si bien el Pacto de Estado de Género comprendía una ley específica contra la violencia sexual, la que ha llegado al Congreso «parece una soflama de un programa electoral de Unidas Podemos». Para los populares, esta ley pone en riesgo la presunción de inocencia y será el denunciado el que tenga que probar que en la relación sexual ha habido consentimiento y no a la inversa. Además, ha criticado que desaparezca la distinción entre abuso y violación, y que la norma haya excluido los artículos a la prostitución.