El presidente del Gobierno ha conocido de primera mano los trabajos que se están llevando a cabo para la exhumación de 160 víctimas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado este jueves una vista sorpresa al laboratorio forense del Valle de los Caídos, en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, tras regresar de su gira por Oriente Medio para promover el reconocimiento del Estado palestino, y después de la ofensiva de PP y Vox contra la memoria histórica en las comunidades donde gobiernan juntos. Todo ello en medio de los escándalos de presunta corrupción que afectan al PSOE y de las informaciones que apuntan a que la mujer del presidente podría haber ayudado a dos empresas para que lograsen contratos del Gobierno.
Durante la visita al Valle de Cuelgamuros, que no estaba prevista en su agenda oficial, ha conocido de primera mano los trabajos que se están llevando a cabo para la exhumación de 160 víctimas, cuyos restos han sido reclamados por sus familiares y que se encuentran en las criptas de este lugar, adscrito a Patrimonio Nacional, y que el Gobierno quiere convertir en un centro de interpretación de la Memoria Histórica.
Tras recorrer la nave central de la basílica, Sánchez, acompañado del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, ha accedido al laboratorio forense y, posteriormente, a las criptas o columbarios donde se encuentran los restos, en cuya labor de localización e identificación participa un equipo técnico compuesto por seis médicos forenses y más de 20 investigadores especialistas en historia, arqueología y genética.
En el laboratorio, el equipo forense les ha explicado las labores que allí se realizan consistentes, principalmente, en la localización de las cajas rotuladas solicitadas que se encuentran en los columbarios, el estudio antropológico, odontológico y radiológico de los restos extraídos, la toma de muestras para el análisis de ADN, así como la elaboración de informes, fotografías y videos del proceso. Una tarea que forma parte del Plan específico de actuación en el Valle de Cuelgamuros, establecido por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, y que ha sido configurado como un proyecto de investigación forense siguiendo los estándares internacionales. Además, el proyecto cuenta con la colaboración de la Universidad de Granada, la Universidad de Barcelona, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (Ministerio de Justicia) y la Unidad de Policía Científica de la Policía Nacional, ha informado el Ejecutivo.
En el interior de los columbarios, el presidente del Gobierno han podido ver in situ los trabajos realizados, la disposición de las cajas con los restos en posición original, muy deterioradas, y las nuevas cajas, dado que se aprovecha la actuación para mejorar la ubicación de los restos. Ya el pasado mes de marzo, durante su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, Ángel Víctor Torres, señaló que, hasta ese momento, las labores de recuperación habían dado como resultado el hallazgo de la caja 198, y la exhumación de las 12 víctimas asesinadas en 1936 en Aldeaseca y Fuente de Sauz (Ávila). De ellas, 11 han sido identificadas genéticamente y se han podido entregar sus restos a las familias.
Además, este martes el Consejo de Ministros analizó un informe sobre el desarrollo de la Ley de Memoria Democrática y su incidencia en las comunidades autónomas, al tiempo que estudió las posibles acciones «ante las propuestas de algunas de ellas gobernadas por el PP y Vox, encaminadas a derogar la regulación de memoria democrática». El ministro recordó entonces que la Ley de Memoria Democrática, «que contó con un amplio consenso en el Parlamento, es un instrumento para reconocer a las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura posterior y está basada en la defensa y protección de los derechos humanos».