Consiste en la instalación de distintos dispositivos electrónicos en la vivienda cuya función es avisar a través de una alarma sobre posibles situaciones de necesidad o emergencia
El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, en colaboración con la empresa Domusvi, ha puesto en marcha un proyecto piloto de monitorización remota a usuarios del servicio municipal de teleasistencia domiciliaria, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y los tiempos de respuesta ante posibles incidencias que se puedan producir en sus hogares.
Se trata de una herramienta preventiva de accidentes y promotora de hábitos saludables que permite saber en todo momento cómo se encuentran los mayores o dependientes mediante la colocación de una serie de sensores en el hogar, como el de ocupación de cama, de apertura de puertas y ventanas o de movimiento.
La soledad es una de las principales dificultades con las que viven las personas mayores y, especialmente, aquellas en situación de dependencia. De acuerdo con la última Encuesta Continua de Hogares, que publicó el Instituto Nacional de Estadística, cerca del 10% de los hogares están compuestos por una persona de 65 años o más que vive sola. Estos datos muestran la importancia de diseñar sistemas que permitan a estas personas hacerlo con la tranquilidad de sentirse acompañados en caso de necesidad, destaca el Consistorio.
Una de estas soluciones, es la monitorización remota, que consiste en la instalación de distintos dispositivos electrónicos en la vivienda cuya función es avisar a través de una alarma sobre posibles situaciones de necesidad o emergencia.
En este sentido, la monitorización de hábitos se basa en nuevas tecnologías que a través de diferentes sensores recogen la información de las actividades que realiza el individuo en su domicilio y las envía a una plataforma de análisis inteligente. De esta forma, es posible realizar una supervisión remota, detectar y prevenir situaciones de riesgo o emergencia sin la intervención directa del usuario.
Se instalan sensores de puerta, sensores de movimiento y un panel de control. Estos sensores detectan posibles situaciones de emergencia y permiten activar la petición de ayuda sin necesidad de que la persona mayor pulse el botón de teleasistencia que habitualmente solicita el servicio, posibilitando una respuesta inmediata y acortando los tiempos de reacción en beneficio de los usuarios.
Teniendo en cuenta que muchos mayores son reacios a las nuevas tecnologías, indicó el alcalde, Ignacio Vázquez, «una de las principales ventajas de este proyecto es que no es necesaria su interacción con lo sensores y, además, los teleoperadores pueden ver si le ha podido ocurrir algo a la persona sin que el usuario toque su medalla».
Por su parte, el concejal de Bienestar, Educación e Inmigración, Rubén Martínez, señaló que «se trata una firme apuesta por parte del Ayuntamiento en este tipo de programas, aprovechando la innovación tecnológica, donde la monitorización remota puede protagonizar un papel fundamental a la hora de poder actuar más rápidamente en una situación de emergencia».