El Ayuntamiento expresa su rechazo rotundo a los hechos y destaca la colaboración con la Guardia Civil para detener a los autores
El Ayuntamiento de Torres de la Alameda ha expresado su «más firme y rotunda condena» ante los graves hechos ocurridos en el municipio, en los que dos personas han sido detenidas por la presunta comisión de un delito de odio contra una familia en situación de especial vulnerabilidad.
Según informó la Guardia Civil, los responsables, dos jóvenes del municipio, habrían hostigado durante un tiempo a las víctimas, madre e hijo, llegando a rociar lejía en la cara a una de ellas, que sufrió lesiones en un ojo. También se ha constatado que lanzaron botellas de cristal desde el exterior de la vivienda y contra una de las personas en plena calle, como contamos aquí en MiraCorredor.
El Consistorio ha calificado estos hechos como «absolutamente intolerables» y ha señalado que «este tipo de comportamientos no tienen cabida en una sociedad democrática, respetuosa y comprometida con la convivencia». También ha subrayado su rechazo a «cualquier forma de violencia, discriminación o ataque que atente contra la dignidad, la integridad y los derechos fundamentales de las personas».
La investigación se inició tras un aviso por un posible incendio provocado en la vivienda. Tras conocer los hechos, el Ayuntamiento activó, junto a la Policía Local, un «dispositivo especial de vigilancia nocturna», que se completó con un seguimiento continuado en colaboración con la Guardia Civil, lo que permitió avanzar en las pesquisas y detener a los presuntos autores. En este sentido, se colocó una cámara oculta en la puerta de la vivienda para sorprender in fraganti a los autores.
Según el Consistorio, la familia afectada ha estado «atendida por los Servicios Sociales municipales», que les han prestado «apoyo y todos los recursos disponibles» para su cuidado y protección.
Los detenidos pasaron a disposición judicial como presuntos autores de un delito de odio por aporofobia, tres delitos de lesiones y un delito de daños. El juez los dejó en libertad con una orden de alejamiento respecto a la vivienda y a las víctimas.
«Torres de la Alameda es un municipio acogedor», recuerda el Ayuntamiento, donde «la convivencia, el respeto y la solidaridad son valores esenciales». Por ello, reitera su «compromiso con una sociedad inclusiva, segura y libre de odio», concluye en un comunicado.