Un juzgado de Toledo ha abierto diligencias previas para investigar el robo de cobre que paralizó la línea del AVE
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Orgaz (Toledo) ha abierto diligencias previas para investigar el robo de cobre ocurrido el 4 de mayo en la línea del AVE entre Madrid y Andalucía.
Según el tribunal, el incidente se trató de un robo con fuerza, no de sabotaje, como había afirmado el ministro de Transportes, Óscar Puente.
El robo afectó a tramos de la infraestructura ferroviaria en las localidades de Mora, Orgaz, Urda, Manzaneque y Los Yébenes, en la provincia de Toledo.
Durante el incidente, se sustrajeron aproximadamente 150 metros de cable, esencial para los sistemas de seguridad de los trenes. Este robo causó importantes retrasos en los servicios de AVE, Larga Distancia y AVANT, afectando a más de 16.000 pasajeros y 30 trenes.
Aunque el valor económico de los cables sustraídos es bajo, la interrupción del servicio tuvo un gran impacto en la circulación ferroviaria, dejando a muchos pasajeros atrapados durante horas en algunos trenes.
En un primer momento, el ministro Puente sugirió que se trataba de un «sabotaje» coordinado, señalando que los responsables conocían bien la zona y la ausencia de cámaras. Sin embargo, el juzgado descarta, por ahora, cualquier motivación más allá del robo.
Este giro en la investigación surge tras la recepción del atestado de la Guardia Civil, ciyos investigadores se centraron en todo momento en un posible robo con fuerza en la infraestructura ferroviaria, uno más de los muchos que se producen perpetrados por delincuencia común.
Desde Renfe y Adif señalaron que, aunque los cables sustraídos tenían poco valor económico, su importancia para el funcionamiento de los trenes era esencial, especialmente para los sistemas de seguridad.