La madre del menor ha denunciado los hechos ante la Policía
Miguel tiene 8 años y desde el pasado jueves siente un «miedo terrible» a ir al colegio tras ser agredido por la madre de otro niño, según denuncia Catalina, su madre, en declaraciones a MiraCorredor.tv.
El pasado miércoles su hijo presenció una pelea a la salida del colegio e intentó apartarse pero otro niño más mayor que él empezó a amenazarle con pegarle «por mirar» y al final le dio un puñetazo y Miguel «se defendió».
El otro menor cuando llegó a su casa se lo dijo a su madre y ésta al día siguiente, el jueves, llegó a la salida del colegio buscando a Miguel. «Se abalanzó sobre él y le tiró de la capucha haciéndole daño en la garganta y en el cuello», relata su madre, que asegura haber presentado una denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional por agresiones a su hijo, tras ser examinado por los médicos y comprobar que tiene una herida en el cuello y «una pequeña tortícolis» que le está provocando «dolores».
Catalina explica que «si no es por unas madres que se metieron a defender a mi hijo la mujer le sigue agrediendo a mi pequeño». Al parecer, la madre del otro menor llegó muy alterada, «zarandeándole» y diciendo a Miguel que «por qué había pegado a su hijo. «Le dijo: Mi hijo sabe kárate, te da un puñetazo en la cabeza y te deja muerto, y empezó a insultar a las otras madres que le decían déjalo que te van a denunciar, a lo que les contestó que se metía las denuncias por el culo y les hizo una peineta».
El centro, un colegio público de Guadalajara, está el tanto del incidente y a la espera de que la Policía Nacional se ponga en contacto con ellos para poder localizar a la presunta agresora.
Lo peor de la historia es que Miguel «está asustado, con miedo, no quiere ir al colegio» y le dice a su padre que le acompañe «porque se siente protegido por si se la encuentra y la vuelve a emprender con él».
«Mi hijo me dice que son peleas de niños, las peleas de niños las tenemos que resolver nosotros, no en la calle con las madres, porque si hoy nos pegamos, mañana vamos a jugar otra vez… Que un niño con 8 años te diga esas cosas, da mucha pena…».
Y es que según Catalina el otro niño está «como si no hubiera pasado nada, se saludan y hacen vida normal». «El problema», dice, «es la madre».