Las hermanas fueron víctimas de una estafa amorosa por Internet que las arruinó y tuvieron que pedir dinero
Conmoción en la localidad madrileña de Morata de Tajuña tras descubrirse este jueves los cuerpos con signos de violencia de tres hermanos de avanzada edad en su domicilio. La Guardia Civil investiga el hallazgo y baraja como principal móvil del triple crimen el ajuste de cuentas por una deuda tras una estafa amorosa.
Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil hallaron este jueves los cadáveres de los tres hermanos en su domicilio. Se trata de dos mujeres y un hombre, Amelia, Ángeles y Pepe, de entre 70 y 80 años de edad. Los vecinos alertaron a las autoridades después de que llevaran semanas sin verlos.
Los tres residían desde hace muchos años en una casa baja situada en la Avenida Príncipes de España de la localidad. Al parecer, los tres cuerpos se encontraban parcialmente quemados, apilados uno encima de otro y con restos de sangre.
Según han relatado algunos vecinos, las dos hermanas habían conocido a dos supuestos militares americanos a través de Facebook y habían iniciado una relación amorosa sin querer creer que estaban siendo víctimas de una estafa, a pesar de las advertencias que su entorno más cercano les habían hecho en más de una ocasión.
Los presuntos estafadores las embaucaron a las dos y les pedían dinero, que ellas enviaron hasta llegar a arruinarse, teniendo que recurrir a pedir grandes cantidades a vecinos del pueblo, aunque no consta que conocidos suyos les prestaran dinero. Uno de los falsos militares contó que el otro, Edward, había muerto en un ataque en una misión y que había dejado una herencia millonaria que iba a cobrar una de las hermanas. Nada más y nada menos que 7 millones de euros.
Pero para poder acceder a esa herencia, tenían que seguir enviando más dinero para resolver todos los trámites. Esto llevó a las hermanas a la ruina, enviando el dinero de sus pensiones y pidiendo más a conocidos con la promesa de que pronto cobrarían la herencia millonaria y podrían devolver el doble. Es lo que la Policía define como la estafa nigeriana. Consiste en ilusionar a la potencial víctima con una fortuna inexistente y persuadirla para que pague o transfiera una suma de dinero por adelantado, como condición para acceder a la fortuna prometida.
Los investigadores sospechan que en su desesperación de conseguir más dinero, llegaron a pedirle a alguien poco recomendable, algún prestamista o delincuente que, al no poder recuperarlo, acabó con la vida de los tres: las dos hermanas víctimas de la estafa amorosa y su hermano, que padecía una discapacidad mental.
De hecho, algunos vecinos han contado que llegó a presentarse un hombre en la casa con un martillo para reclamarles el dinero y agredió a una de las hermanas, pero ninguno de los tres denunció los hechos. Ahora la Guardia Civil trata de recopilar toda esa información para poder llegar al autor o autores, a la espera de que la autopsia determine cómo y cuándo murieron.
Las víctimas de este tipo de estafa son, en su mayoría, personas de avanzada edad que se encuentran solas en sus casas, sin ocupación laboral alguna y con escasa vida social. Además, muchas de ellas se niegan a denunciar los hechos porque, o bien no lo ven como un delito al seguir engañadas creyendo en la supuesta relación sentimental, o bien se avergüenzan de lo ocurrido, advierten fuentes policiales.
No es la primera vez que una estafa de este tipo deja en la ruina a personas confiadas en España y tanto la Policia como la Guardia Civil han desarticulado algunas bandas organizadas dedicadas a este tipo de timos en nuestro país. Pero sí sería la primera vez que una estafa de estas características termina de la peor manera posible. Morata ha decretado tres días de luto oficial.