Los vecinos serían indemnizados y realojados
El 75 por ciento de las viviendas situadas en la Cañada Real Galiana no podrían permanecer donde están y, por tanto, serían derribadas, por diferentes afecciones urbanísticas, ambientales y acústicas, según un nuevo borrador sobre el Plan Regional en el que están trabajando las diferentes partes.
El comisionado de la Comunidad de Madrid para la antigua vía pecuaria, José Antonio Martínez de Páramo, ha concretado que se trata de un borrador provisional, que ha sido filtrado a los vecinos, y que ahora se está debatiendo.
Precisamente, llevan trabajando en él todos los grupos políticos desde hace dos meses para llegar a una solución consensuada también con los vecinos.
Según ha explicado, se encargó a los técnicos regionales y a una empresa externa un estudio sobre posibles afecciones sobre le terreno de viviendas de la Cañada. La conclusión es que sólo un 25 por ciento de las viviendas podrían mantenerse donde están, ya que el resto están afectados por cercanía con cables de alta tensión, gaseoductos, carreteras o cercanía a arroyos, con el riesgo de inundaciones por crecidas.
El comisionado regional ha aclarado, no obstante, que nadie se va a quedar sin vivienda y que caben medidas correctoras de informe de afecciones para reducirlas.
En el caso de tener que derribar las viviendas por las circunstancias que fuere, el Pacto regional contempla indemnizar a las personas que allí viven sobre el vuelo de la casa y no sobre su suelo, ya que pertenece a la Comunidad de Madrid, ha explicado. Los vecinos con casas afectadas serían realojados en la Cañada o fuera de ella. No se descartan viviendas en altura.
Por último, Martínez Páramo ha destacado que estamos en un momento histórico para resolver esta problemática porque el Plan se ha aprobado por unanimidad, cosa que no había pasado nunca.