En la operación se han esclarecido 48 hechos delictivos en los que habrían estafado casi 200.000 euros
La Policía Nacional ha detenido a 28 personas que formaban parte de seis grupos organizados dedicados a estafar mediante los timos del tocomocho y la estampita. En la operación se han esclarecido 48 hechos delictivos en los que habrían estafado casi 200.000 euros. Para cometer los engaños elegían a sus víctimas por su especial vulnerabilidad, estando la media de edad de los estafados en 85 años.
La investigación se inició antes del verano cuando se denunció la comisión de varios timos mediante los procedimientos del tocomocho y la estampita en varios puntos de la región. Los agentes comenzaron a realizar un pormenorizado estudio de los lugares donde se cometían los timos, características de los autores, víctimas y resultado de las estafas, pudiendo determinar que se encontraban ante seis grupos organizados distintos y que todas sus acciones iban dirigidas contra personas de edad con una media de 85 años.
Se desplazaban a Madrid a diario
Las técnicas que empleaban a la hora de cometer los timos, como uso de disfraces y evitar la actuación en lugares donde pudiera haber cámaras de seguridad, dificultaba la identificación de los autores.
No obstante los agentes establecieron la identidad y ubicación de los autores, los cuales residían en municipios de la Comunidad de Madrid (Navalcarnero, Quijoma, Sevilla la Nueva) y la provincia de Toledo (Casarrubios del Monte, Fuensalida, Las Ventas de Retamosa, Santa Olalla) desde donde se desplazaban prácticamente a diario hasta Madrid y localidades limítrofes para cometer sus acciones.
Actuaban en pequeños grupos de tres estableciendo una elaborada escenografía para cometer los engaños, abordando a personas de edad a las que estafaban mediante este tipo de timos, cantidades que oscilaban entre 3.000 y 5.000 euros y en algunos casos también las joyas de valor que poseían.
Timos clásicos
El timo del tocomocho consiste en una estafa en la que se muestra a la víctima unos boletos de lotería supuestamente premiados, se enseña una lista falsa denominada pampa, en la que figura el número de ese boleto y tras manifestar el estafador con cualquier excusa, que no pueda cobrar el premio, se consigue vender a la víctima el boleto por una cantidad inferior al premio que correspondería.
La estafa conocida como el timo de la estampita se lleva a cabo mostrando a las potenciales víctimas una serie de billetes de curso legal, haciendo creer que se dispone de muchos más y que quiere regalarlos porque para el estafador no son más que cromos o estampas, obteniendo de la víctima una cantidad económica inferior a la que supuestamente se va a entregar.
Los investigadores detectaron que los autores formaban seis grupos criminales diferentes integrados por un total de 28 personas y que la única actividad que llevaban a cabo era esta especialidad delictiva, la cual les generaba extensos beneficios y permitía llevar un alto nivel de vida.
Finalmente se elaboró un dispositivo para efectuar los arrestos, durante los que algunos de los detenidos actuaron con gran violencia llegando a intentar arrollar a los agentes.