La Fiscalía pide 15 años de cárcel para los aseinos por un delito de homicidio, mientras que la familia de la víctima eleva la petición a 25 años por asesinato
Los acicalados por el asesinato de Iván, de 29 años, en 2019 en Anchuelo lo mataron para quitarle el piso okupa por el que había pagado «una gran cantidad de dinero» para residir, ha asegurado este lunes el abogado de la familia de la víctima en el juicio con jurado popular que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid.
«Queremos Justicia. Iván murió engañado y de la peor manera que podía morir, solo», ha dicho el abogado de la familia del joven. El letrado solicita 25 años de cárcel por un delito de asesinato y no homicidio como reclama el fiscal, que pide 15 años de cárcel para cada uno de los dos acusados.
Iván, natural de Cáceres, había alquilado un piso en la localidad en una corrala supuestamente controlada por una mafia okupa, aunque la familia sostiene que la víctima no estaba relacionada con ninguna mafia okupa y que vivía en una casa de alquiler que había pagado, por lo que esperan conocer la causa del crimen durante el juicio.
El 16 de febrero de 2020 sobre las 6 de la tarde, cuando los dos acusados estaban en la casa de Iván junto a un tercer hombre no identificado, se inició una discusión en la que «con la intención de acabar con su vida, cogieron sendos machetes que se encontraban colgados en la pared», según la Fiscalía, que pide para ambos 15 años de cárcel y que indemnicen a los padres y hermanos del fallecido.
«No fue un homicidio porque sus agresores se ganaron su confianza y en una casa le pegaron una paliza brutal y dos puñaladas, una en el cuello y otra corazón», subraya su familia que pide 25 años de cárcel por asesinato para cada uno de los dos acusados, que huyeron tras el crimen y fueron detenidos después en las localidades de Azuqueca de Henares (Guadalajara) y Blanes (Girona).
Las investigaciones policiales apuntaron a que detrás estaría un clan de etnia gitana dedicado supuestamente al cobro de alquileres de viviendas okupadas ilegalmente. El chico llevaba dos semanas viviendo en Anchuelo. Trabajaba en una cafetería de Alcalá de Henares, aunque era original de un municipio de Cáceres.