«Cazadores de dragones» se puede visitar en el Museo Arqueológico y Paleontológico regional hasta el 12 de enero
La Comunidad de Madrid ha inaugurado hoy la exposición gratuita de fósiles de dinosaurios Cazadores de dragones, que permanecerá en el patio central del Museo Arqueológico y Paleontológico (MARPA) de Alcalá de Henares hasta el próximo 12 de enero.
En ella se narra la historia de su descubrimiento y el trabajo de las personas que hallaron sus fósiles y realizaron investigaciones sobre estos animales fascinantes. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco Serrano, ha asistido hoy a la presentación de la muestra, junto con la alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet. De Paco Serrano también ha estado acompañado por el director del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, Enrique Baquedano, su homólogo del Parque de las Ciencias (Andalucía-Granada), Luis Alcalá Martínez, entidad coorganizadora de la muestra. La visita inaugural ha sido guiada por los comisarios José Luis Sanz García, catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid, y Francisco Ortega Coloma, Profesor Titular de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Piquet ha felicitado al Museo Arqueológico que este año celebra el 25 aniversario de su apertura. «No solo es una de las grandes instituciones culturales de la Comunidad de Madrid. Es también un emblema de la divulgación y de la ciencia en España, con una gran proyección en el exterior», ha indicado. La alcaldesa ha indicado que «no hay mejor prueba que esta espectacular exposición temporal. Este recorrido por la historia de los descubrimientos de los dinosaurios va a entusiasmar al público general, empezando por los más pequeños, pues todos sabemos la fascinación que ejercen estos reptiles fósiles. Y la fuerza visual y la gran escenografía de esta exposición va a hacerlos aún más accesibles».
Los visitantes realizarán un recorrido desde la Inglaterra victoriana hasta nuestros días, pasando por el oeste americano, el desierto de Gobi, Tanzania o Patagonia. Además, la espectacular selección de fósiles permite contemplar diferentes especies de dinosaurios y entender cómo los avances en su conocimiento científico se han ido reflejando también en la cultura popular, reflejo de la fascinación que provocan desde su hallazgo. La exhibición subraya la labor pionera de los paleontólogos y revela la evolución del conocimiento científico.
Diferentes secciones
Dinosaurios de leyenda es la primera parada de la exposición, en la que se repasan las primeras interpretaciones que se dieron a los hallazgos de huesos. En la sección Cuando la paleontología encontró a los dinosaurios se detallan los primeros estudios científicos. Estos corrieron a cargo de William Buckland (1784-1856), Gideon Mantell (1790-1852) y Georges Cuvier (1769-1832), que interpretaron los primeros hallazgos como restos de lagartos gigantes y en 1841 Richard Owen asigna por primera vez la palabra dinosaurio (lagartos terribles) a este grupo de nuevas especies.
La guerra de los huesos en el lejano oeste está dedicada a la competencia que establecieron en la segunda mitad del siglo XIX dos paleontólogos norteamericanos, Othniel Charles Marsh (1831-1899) y Edward Drinker Cope (1840-1897). Se incluyen algunos fósiles procedentes de la Formación Morrison, en Montana (EE.UU).
Las primeras décadas del siglo XX quedan reflejadas en La dinosauriología de aventura. Fue entonces cuando distintas instituciones organizaron grandes excavaciones en lugares exóticos, como en Tendaguru (Tanzania). De esta época son los trabajos de Barnum Brown (1872-1963). A lo largo de su carrera, excavó los primeros cinco esqueletos de Tyrannosaurus Rex.
Ya en la segunda mitad del siglo XX se produjo un cambio de paradigma en su interpretación como animales torpes y pobremente adaptados, prácticamente destinados a la extinción. Fueron los trabajos de John H. Ostrom en 1969 y de Robert T. Bakker en su obra Dinosaur renaissance, los que impulsaron conceptos como el origen dinosauriano de las aves actuales, o la posibilidad de que algunos fuesen animales de sangre caliente.
El cazador jorobado de Cuenca
El gran protagonista de la muestra es Concavenator corcovatus (el cazador jorobado de Cuenca), un dinosaurio terópodo de unos 6 metros de longitud que vivió hace unos 130 millones de años en el Cretácico Inferior en la actual provincia de Cuenca, y del que se puede contemplar el fósil y una recreación en vida.
Es el fósil más grande descubierto en el yacimiento de Las Hoyas, y el más completo y mejor preservado de los terópodos de tamaño medio-grande encontrado en Europa. Cierra la galería una sección dedicada a las nuevas tecnologías aplicadas al estudio de los animales del pasado remoto, y que han provocado en los últimos años una auténtica revolución en el conocimiento en esta materia. Más información en la página web del museo