Los festejos taurinos vuelven a la ciudad complutense, según Alcalá Antitaurina, que anuncia protestas
El Ayuntamiento de Alcalá de Henares dará el visto bueno en la Junta de Gobierno que se celebrará este viernes, 31 de julio, a la celebración de dos corridas de toros y una de rejoneadores los días 28, 29 y 30 de agosto.
Concretamente, el punto número 32 del Orden del Día recoge el siguiente texto: «Propuesta de la Concejalía Delegada de Festejos para aprobar la programación para la Feria Taurina 2020 de Alcalá de Henares, que se celebrará los días 28, 29 y 30 de agosto, incluyendo tres festejos taurinos».
De esta forma, los toros vuelven a Alcalá tras cinco años sin eventos taurinos y en plena escalada de la pandemia del coronavirus, según ha informado la plataforma ciudadana Alcalá Antitaurina, que lamenta la decisión del Ayuntamiento y no entiende «cómo un Gobierno supuestamente progresista no ha renegociado ya el contrato con la concesionaria, Taurina Alcalaína, tras cuatro años de incumplimientos por parte de ésta».
El colectivo pide al Consistorio, -que cada año paga un canon a la concesionaria de algo más de 120.000 euros-, «un cambio en el contrato, de forma que el Ayuntamiento complutense deje de exigir que se celebren espectáculos de tauromaquia en la ciudad y, en su lugar, apueste por espectáculos verdaderamente culturales y de ocio en los que no haya maltrato animal».
Alcalá Antitaurina recuerda que la empresa concesionaria ha incumplido el contrato en 2016, 2017, 2018 y 2019 (en este último, la empresa alegó unas serie de carencias que desconocemos si han sido resueltas), por lo que ha llegado el momento de que el Ayuntamiento, gobernado en solitario por el PSOE, tome las riendas y se replantee un acuerdo que desde hace ya 22 años ha condenado a la ciudad y a los animales a sufrir espectáculos llenos de crueldad».
«Dicha empresa tiene la concesión de la gestión de la plaza durante otros 28 años más, ya que el contrato fue firmado por un período de 50
años durante el Gobierno del Partido Popular, con Bartolomé González como alcalde, en 1998. Somos conscientes de que el Consistorio no puede prohibir la tauromaquia, pero sí puede dejar de exigir que anualmente se celebre un
número determinado de espectáculos taurinos e, incluso, yendo más allá y ante los reiterados incumplimientos por parte de la empresa, intentar rescindir el contrato, de forma que la plaza de toros vuelva a manos municipales sin tener que esperar hasta 2048 y se convierta así en un espacio cultural y no de crueldad hacia los animales», añade la plataforma en un comunicado.
Alcalá Antitaurina, que sigue recogiendo firmas a través de la plataforma online Change.org, ha vuelto a solicitar formalmente una reunión con el primer edil y con la concejala de Festejos, María Aranguren, «después de un año esperando a ser recibidos por el alcalde, Javier Rodríguez Palacios», para tratar este asunto, no descartando otros actos de protesta si finalmente se llevan a cabo los festejos.