Hay 15 detenidos y se han contabilizado 225 vehículos que habían sido rematriculados para ser vendidos en España y en otros países, principalmente europeos
La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico ilícito de vehículos, que operaba a nivel nacional e internacional desde Madrid. Su estructura estaba perfectamente definida en jerarquía y especialidad destacando en la misma los conseguidores, los hombres de paja y los pasadores.
Hasta la fecha se han contabilizado 225 vehículos que habrían sido rematriculados y posteriormente vendidos en España y en otros países, principalmente europeos.
La operación, desarrollada en siete meses, ha culminado con la detención de 15 personas como presuntos autores de los delitos de apropiación indebida, estafa, falsedad documental, extorsión y simulación de delito.
La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de una denuncia por extorsión y amenazas. Tras varias averiguaciones para la identificación de sus autores, la investigación llevó a los policías al conocimiento de esta organización, así como a sus componentes y las actividades ilícitas que llevaban a cabo.
Una de las metodologías empleadas para obtener los vehículos consistía en que los principales responsables de la organización recurrían a sus conseguidores para contactar con otras personas, habitualmente con pocos recursos, a las que denominaban hombres de paja. Estos acudían con nóminas falsas a concesionarios de vehículos donde conseguían financiar el modelo elegido a su nombre o empleando una identidad usurpada.
A pesar de los impagos de la financiación, las empresas crediticias no denunciaban por vía penal ya que consideraban que no se realizaban por motivos delictivos, lo que permitía a la organización ganar tiempo para el traslado y posterior venta ilícita del vehículo antes de que se iniciara la reclamación por vía civil del dinero adeudado. Además, en el caso de que el turismo se fuera a vender en España, procuraban que el comprador residiera en una ciudad distante al lugar de compra.
En otras ocasiones para conseguir los vehículos, los hombres de paja alquilaban coches a agencias o a ciudadanos particulares abonando el coste inicial. Todas estas modalidades culminaban con el contacto con posibles compradores de nuestro país o del extranjero. En ese momento, entraban en juego otros dos integrantes importantes, los falsificadores, encargados de realizar justificantes fraudulentos de transferencias de vehículos y los pasadores, que se ocupaban del traslado por vía terrestre de los vehículos fuera de España a través de Francia con destino a otros países.
Una vez que se producía la venta, los hombres de paja simulaban un delito denunciando el robo de los vehículos que supuestamente eran de su propiedad aunque si ésta era interpuesta antes de la venta, eran víctimas de amenazas y agresiones.
Durante los registros efectuados (cinco en Madrid, uno en Alcalá de Henares y otro en Guadalajara) se han intervenido decenas de contratos de compraventa, documentación relativa a los vehículos, material informático y varias copias de llaves vírgenes de vehículos ya que realizaban copias de las mismas para dar apariencia de legalidad en la venta.
Actualmente la operación continúa abierta y se trabaja en la recuperación de los vehículos a través de los mecanismos de cooperación policial internacional, no descartando nuevas detenciones.