Los colectivos de prostitutas se felicitan por la decisión pero piden que se deje de multar también a los clientes
A día de hoy, cualquier persona que ejerza la prostitución en las calles de Alcalá, a menos de 200 metros de viviendas, comercios o colegios y sea sorprendida por la Policía Local, debe afrontar una sanción mínima de 300 euros por prestar sus servicios en la vía pública. La misma sanción que deben pagar proxenetas y clientes.
En los próximos meses, con la modificación de la Ordenanza para la Convivencia Ciudadana, que ha aprobado el Pleno por unanimidad, las prostitutas que ejercen en las calles de Alcalá de Henares no serán multadas, sólo se sancionará a los que exploten a las mujeres y a los clientes.
El Ayuntamiento pretende ofrecer a estas mujeres integrarse en un programa para su reinserción social y laboral. Un servicio municipal que pretende ayudar a este colectivo a dejar la prostitución.
El proyecto ha sido presentado por el Gobierno municipal (PSOE, Somos Alcalá e IU) y ha contado con el apoyo de todos los grupos de la oposición (PP, Ciudadanos y España 2000).
Por otra parte, el Ayuntamiento complutense mantiene las mismas sanciones que se aplican ahora por prácticas sexuales que ocasionen escándalo en la vía pública. Unas multas que pueden llegar hasta los 3.000 euros.
El Colectivo Hetaira, que trabaja por los derechos de las prostitutas, valora la decisión para MiraCorredor.tv. Silvia García es su portavoz: «Nos queda un sabor agridulce. Por un lado nos parece una buena noticia que dejen de multar a las mujeres que están ejerciendo la prostitución en los espacios públicos de Alcalá, pero por otro lado nos queda un amargor porque van a seguir multando a sus clientes y por tanto esto va a seguir teniendo unas consecuencias muy negativas sobre las condiciones de trabajo de las mujeres».
Desde esta asociación creen que multar a ellas o multar a sus clientes tiene las mismas consecuencias para las mujeres que «van a seguir sintiendo la persecución encima, intentando cuidar a sus clientes y por tanto van a bajar probablemente la guardia en las negociaciones y al cuidarse a sí mismas ante agresiones…».
Ellos abogan por perseguir los delitos de trata de seres humanos y no en criminalizar la prostitución, sino en reconocerla como un trabajo «para que esto conlleve derechos colectivos que permita a las mujeres enfrentarse a los abusos».
Son cautelosos, porque todavía no ven concreción sobre el plan de integración que anuncia el Ayuntamiento. «Nosotros llevamos pidiendo durante años una reunión con el Equipo de Gobierno (el de antes y el actual) y no hemos obtenido finalmente ninguna reunión ni ninguna contestación del Consistorio y nos estamos enterando por vosotros de esta ordenanza».
Admiten que con las multas se redujo bastante la presencia de mujeres ejerciendo en las calles de Alcalá, aunque consideran desde este colectivo que con las sanciones «lo único que se consigue es cambiar el problema de sitio sin ir a la raíz».