Según el Ayuntamiento, fue necesaria la mediación de la Policía Local y, tras hora y media de espera, finalmente los inspectores pudieron entrar
El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha denunciado que la residencia de mayores Francisco de Vitoria impidió la entrada a la inspección sanitaria del Ayuntamiento, dependiente de la Concejalía de Salud, este martes, 28 de febrero, a las 11:30 horas de la mañana. Según el Consistorio, el motivo de la visita «se fundamenta en las reiteradas quejas y denuncias de los usuarios y familiares ante el mal estado de la comida y del agua, entre otros asuntos, de esta residencia dependiente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) de la Comunidad de Madrid».
«Sin embargo, la dirección de la residencia Francisco de Vitoria de Alcalá de Henares ha impedido la entrada a la inspectora y a los técnicos de la Concejalía de Salud del Ayuntamiento, por lo que ha sido necesaria la mediación de la Policía Local», afirma el Gobierno municipal. «Tras una espera de hora y media», según el Consistorio, los técnicos pusieron entrar en la residencia. Dice el Ayuntamiento que «entre los argumentos que han alegado desde la residencia para impedir la entrada se encuentra la falta de competencias del Ayuntamiento en esta materia, lo que choca con la ley pues, entre las competencias de la inspección sanitaria del Ayuntamiento están la toma de muestra de agua de consumo y muestras en comedores colectivos de alto riesgo (colegios, centro de mayores), entre otras».
Por su parte, desde el Gobierno regional aclaran que «en ningún momento se ha impedido la entrada a la residencia y la toma de muestras, de las que los inspectores municipales no han dejado ningún tipo de documentación ni acta». Según explican a Efe, «para preservar la protección de los residentes, que es la prioridad del Gobierno de la Comunidad de Madrid, lo primero que se ha hecho ha sido consultar con la Dirección General de Salud Pública, encargada de realizar los controles periódicos en las residencias de titularidad y gestión pública, si podían acceder para este fin los inspectores municipales, que es la primera vez que acuden a estas instalaciones al menos desde el año 2018». «Una vez recibida la confirmación, han efectuado esta labor con normalidad», han añadido las mismas fuentes.
La concejala de Salud, Blanca Ibarra, ha calificado de «inaceptable la obstrucción que se ha producido al trabajo de los responsables del área de inspección sanitaria del Ayuntamiento y que hayan tenido que esperar hora y media para acceder a las cocinas de la residencia». «Retrasar la inspección durante más de hora y media puede distorsionar la eficacia de la labor inspectora, ya que la sorpresa es parte fundamental para conocer el verdadero estado de las cosas en cualquier establecimiento inspeccionado», señala el Consistorio.
Además, Ibarra ha precisado que «este tipo de inspecciones se llevan a cabo de manera rutinaria por parte de la Concejalía» y ha recordado que «el pasado mes de octubre se visitó la residencia Cisneros de Alcalá de Henares, también gestionada por la Comunidad de Madrid, y en ningún caso se puso objeción a que los técnicos entrasen de manera inmediata para realizar su trabajo».
Por su parte, el alcalde, Javier Rodríguez Palacios, ha insistido en denunciar «las trabas que los responsables del Gobierno regional han puesto para realizar una inspección en materia de salud pública, al ordenar a la dirección del centro impedir el acceso a los inspectores municipales». Para el alcalde «esta actitud de resistencia a la autoridad sanitaria es impropia entre administraciones y bordea la legalidad. El retrasar durante hora y media la entrada de los inspectores para tomar muestras podría parecer un intento de ocultar una realidad cuanto menos comprometida por parte de los responsables del Gobierno regional». Por último, el alcalde Javier Rodríguez Palacios, insiste al Gobierno de la Comunidad de Madrid en «la necesidad de romper este tipo de contratos que hacen que se destine solo 4,6 euros para la alimentación de los mayores de la residencia Francisco de Vitoria: con 4,6 euros al día no es posible servir el desayuno, la comida, la merienda y la cena ni a nuestros mayores ni a nadie en estos momentos».