El hotel y el apartamento de alquiler son las opciones elegidas por un 33% y un 20% de los españoles este verano
Apartamentos sucios, habitaciones de hotel más pequeñas que lo que se anunciaba en la web, suplementos inesperados… y lo que es peor, alojamientos que en realidad no existen. Con el fin de tratar de prevenir este tipo de problemas, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece cinco consejos básicos:
1. Buscar plataformas o agencias de viajes con buenas referencias. Lo mismo que de los hoteles o apartamentos que ofrezcan en su página web.
2. Priorizar los alojamientos que ofrezcan cancelación gratuita, por si fuera necesario anular o cambiar las fechas posteriormente.
3. Revisar las condiciones de contratación que hagan referencia a posibles suplementos, horarios de entrada y de salida, etc.
4. Usar pasarelas de pago seguras, idealmente a través de la plataforma de contratación: con una url que empiece por https:// y el icono de un candado.
5. Guardar los folletos publicitarios o los pantallazos de la web. La publicidad se vincula al contrato y los servicios deben corresponderse con ella.
Una reciente encuesta de la OCU confirma que el hotel y el apartamento de alquiler son las opciones preferidas por los veraneantes, en concreto por un 33% y un 20% respectivamente; otro 6% irá a un camping.
En cuanto al destino, la playa sigue siendo la opción más habitual (38%), mientras que un 8% irá al extranjero y un 7% a la montaña. El pueblo, por su parte, será la primera alternativa para uno de cada diez veraneantes. Precisamente, quienes viajen al pueblo serán quienes menos gasten estas vacaciones; de hecho, un 27% gastará lo mismo que si estuviera en su domicilio habitual. Los que más, quienes viajen al extranjero: el 64% gastarán más de 2.000 euros.
Por último, la OCU recuerda que a la hora de reclamar conviene hacerlo cuanto antes, siempre por escrito. Que, siempre que sea posible, es preferible llegar a un acuerdo amistoso. Pero que también se puede recurrir a la vía judicial sin necesidad de recurrir a abogado ni procurador cuando la cantidad exigida sea inferior a 2.000 euros. Un aspecto a tener en cuenta si el alojamiento se contrató con un particular, porque entonces no se puede reclamar ante los organismos de consumo.