Las asociaciones vecinales de Coslada solicitan el trasladado de la superficie a otra ubicación para preservar el Bosque del Humedal
Hace unos días, excavadoras y camiones de gran tonelaje comenzaron a mover tierras en la inmensa parcela donde se tiene previsto levantar el mayor centro comercial de la Comunidad de Madrid, en el límite con el Bosque del Humedal de Coslada.
Desde entonces, con parte de su perímetro vallado, trabajan a buen ritmo, abriendo zanjas y zapatas, «para sorpresa y preocupación de la vecindad de ese municipio», según denuncia la Coordinadora de Asociaciones Vecinales y la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), quienes han dado la voz de alarma «ante unos trabajos que podrían estar ejecutándose sin los permisos y licencias adecuados, con una prisa que nadie comprende».

Imágenes: FRAVM.
Estas entidades sospechan que la empresa constructora está en estos momentos preparando los terrenos para conectar El Cañaveral con Coslada a través de una vía urbana, lo que requiere la ocupación de parte del término municipal de este último municipio.
Estos colectivos llevan meses peleando para que este macroproyecto, el parque comercial Solia Madrid Live Center, se levante en una ubicación diferente a la proyectada, con el fin de proteger la zona verde más importante de Coslada y minimizar su impacto negativo en la movilidad y en la calidad del aire. Aunque ubicada en el desarrollo de El Cañaveral, en el distrito madrileño de Vicálvaro, la superficie afectará especialmente a la vida de los habitantes de la localidad vecina, señala la FRAMV.

«No entendemos por qué las máquinas están trabajando en algunas zonas que pertenecen a Coslada; estamos seguros de que el Ayuntamiento de este lugar no ha concedido licencia alguna para ello, por lo que vamos a pedir que paralice los trabajos de inmediato», adelanta Eloy Rodríguez, portavoz de la FRAVM, quien, acompañado de una delegación de la coordinadora vecinal, mantendrá una reunión con el concejal de Medio Ambiente de Coslada en la que trasladará esta petición.
Por otro lado, aseguran que la empresa constructora ha marcado con pintura diversos pinos de gran porte, y los vecinos y vecinas temen que hayan sido seleccionados para su eliminación. «No podemos consentir que toquen el Humedal así como así; es el pulmón de Coslada y debe seguir siéndolo», remarca el representante de la federación vecinal.

Imágenes: Solia Madrid Live Center.
Impulsado por la promotora de complejos comerciales Mackintosh Mall y el fondo de inversión Azora, el complejo abrirá sus puertas previsiblemente en el primer semestre de 2020 y contará con una superficie de unos 224.000 metros cuadrados, que incluirá 65.000 m² de centro comercial, 25.000 m² de outlet y 4.000 plazas de aparcamiento.
Según estas empresas, el espacio contará con tiendas, atracciones deportivas como un lago de olas artificiales y una gigantesca zona de restauración. Enclavado en El Cañaveral de Vicálvaro, limitará con el Bosque del Humedal y los barrios de El Esparragal y La Colina, ambos en Coslada.

Para estos colectivos, su actividad, «además de generar un impacto negativo en el comercio local, provocará un importante aumento del tráfico en la zona, que no solo afectará negativamente a la movilidad sino también a su calidad del aire, señalada por las estaciones de medición como una de las más contaminadas del área metropolitana de Madrid». Además, consideran que el incremento de los flujos de tráfico y aparcamiento de la nueva superficie «alterarán sin duda el carácter natural del Humedal, con efectos negativos en su flora y fauna».
El pasado 12 de mayo, la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Coslada, la FRAVM y Ecologistas en Acción organizaron una marcha en esta zona verde para pedir a los ayuntamientos de Madrid y Coslada y a la junta de compensación del nuevo desarrollo urbanístico «que impulsen y apoyen un cambio de ubicación» del proyecto, que cuente «con el consenso de los municipios afectados». Hace dos años, la Asociación Vecinal El Cerro trasladó esta demanda a los dos ayuntamientos aludidos, y el de Coslada respondió indicando que compartía su preocupación, pero se quejan de que «ninguno de los dos ha dado paso alguno para dar respuesta a esta grave amenaza».