Un joven, que iba ebrio en el momento de los hechos, ha sido detenido por agredir a cuatro sanitarios
La Guardia Civil ha detenido a un joven de 28 años por delitos de atentado contra la autoridad, lesiones y desórdenes públicos después de que irrumpiera, pasadas las dos de la madrugada del sábado al domingo, en el centro de salud de la localidad de El Casar (Guadalajara), al parecer acompañado de otro joven que no ha sido arrestado, y la emprendiera a golpes con el personal sanitario y con el mobiliario cuando le estaban curando de unos cortes en una mano.
El joven, aquejado porque según dijo le estaban haciendo daño, comenzó a increpar a la enfermera que le estaba realizando las curas y un médico le recriminó su actitud, momento en el que la agresividad física y verbal del detenido fue a más, llegando a producirse un forcejeo entre el paciente y el médico, en el que intervino el resto del personal que estaba de guardia para intentar separarles (otro médico y otras dos enfermeras).
La consulta quedó destrozada, como se puede ver en la imagen difundida por el sindicato UGT, quien ha condenado los hechos y ha pedido «medidas eficaces que garanticen la seguridad de los profesionales».
Según las primeras investigaciones, el detenido es natural de Madrid, presentaba signos de embriaguez, y cuenta con antecedentes policiales por malos tratos.
El parte médico recoge que uno de los facultativos sufre fractura en la nariz y hematoma ocular y los otros tres presentan hematomas y lesiones de menor consideración, además anímicamente están bastante afectados, según ha explicado este lunes el presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara, Julio Cuevas. Los cuatro fueron trasladados al Hospital de Guadalajara y un poco más tarde recibieron el alta.
Tanto el Colegio de Médicos como el Gobierno de Castilla-La Mancha se van a personar en la causa. Desde el Colegio de Médicos recuerdan además que, tras la modificación del artículo 550 del Código Penal en 2015, se considera al personal sanitario como autoridad pública, pudiendo suponer penas de prisión este tipo de agresiones a los profesionales en el ejercicio de sus funciones.