Se cumple un año de la explosión que dejó cuatro fallecidos y diez heridos
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, asistió ayer a la misa solemne en recuerdo de las víctimas de la explosión de gas en el edificio de la Calle Toledo, 88, que tuvo lugar en enero del año pasado y en la que fallecieron cuatro personas y diez resultaron heridas.
La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de la Almudena y fue oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Ayuso trasladó el «cariño y apoyo» del Gobierno regional a los familiares de las víctimas de la explosión ocurrida en el edificio parroquial de la iglesia de la Virgen de la Paloma.
En un «momento tan difícil», la presidenta señaló que aunque «cada vida es insustituible», las familias tienen que saber que «no están solas» y tienen el recuerdo de los madrileños. Fallecieron un cura y un amigo y dos personas más que pasaban por la calle.
Por su parte, el Colegio La Salle La Paloma, contiguo al edificio que explotó, ha colocado una estatua de Santa Filomena en el recinto por el «milagro» que supuso que ningún niño resultara herido, pese a que los cascotes cayeron al patio, gracias a la nevada que impidió la salida de los alumnos.