La Comunidad de Madrid es la región de Europa que más medios materiales y humanos destina a estas labores por hectárea forestal
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha presentado hoy en el Parque Polvoranca de Leganés el Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales en la Comunidad de Madrid (INFOMA) para el verano de 2022, con la mayor inversión por hectárea forestal de toda España -70 euros por cada una de ellas- y uno de los dispositivos «mejor dotados del mundo».
En concreto, la Comunidad de Madrid es la región de Europa que más medios materiales y humanos destina a estas labores por hectárea forestal, con más de 650 efectivos diarios, 10 medios aéreos y 681 vehículos. El Plan permanecerá en activo hasta el próximo 30 de septiembre y el presupuesto asciende este año a 42,1 millones de euros, para garantizar «la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos, con un gran despliegue de recursos y medios».
En el mismo participan 5.276 profesionales, casi un 1% más que el año pasado, dividido entre bomberos (1.442), agentes forestales (255), personal de vigilancia, apoyo a la extinción y otros (184), profesionales de medios aéreos (46), brigadas forestales (548); efectivos de los equipos de maquinaria pesada (36); y Protección Civil, que cuenta con los recursos del Equipo de Respuesta Logística Inmediata –ERIVE- además de los 2.765 miembros voluntarios.
Todos estos efectivos estarán coordinados por la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112), y con una novedad como es el encargo a la empresa pública Tragsa como medio propio instrumental de la Administración. Este contrato es una de las principales novedades, según ha explicado la presidenta, con el que se prevé material y recursos flexibles, que permiten un uso diversificado, de manera que los vehículos se puedan reconvertir fácilmente más allá del verano para, por ejemplo, la retirada de nieve o el esparcimiento de sal.
Esto es, la nueva situación permite abordar la campaña anti-incendios durante todo el año, «en una apuesta aún mayor por los trabajos preventivos», «como las más de 5.000 hectáreas de cortafuegos y fajas de defensa, que realizan las brigadas forestales, así como las más de 70 ganaderías que colaboran en el proyecto de pastoreo, ya consolidado y creciendo en nuestra Comunidad».
Un helicóptero más y cámaras de vigilancia
El Ejecutivo ha incorporado una serie de mejoras en la formación del personal, la incorporación de nuevas tecnologías que permita un rendimiento más eficiente de los trabajadores, así como la renovación del parque de vehículos. Además, la campaña que ahora arranca contará con un helicóptero adicional que, aunque puede trabajar también como bombardero, tiene una función prioritaria de coordinación de los medios aéreos.
Junto a los mencionados medios humanos y materiales el Ejecutivo autonómico mantendrá activos 20 parques de bomberos, 255 efectivos del Cuerpo de Agentes forestales, 17 Puestos de Incendio Forestal (PIF); dos Puntos de Intervención Rural (PIR), 25 retenes de extinción, seis patrullas de vigilancia, tres bases de maquinaria, 10 helicópteros, 34 torres de vigilancia; y cuatro cámaras.
En el último año, precisamente, se ha actuado en cuatro puntos (El Val, La Solana, Valdeyerno y Cerro de la Mira), con avances en sus instalaciones, y la incorporación de una nueva cámara de vigilancia, con tecnología visible e infrarroja en Somosierra, y la próxima instalación de un nuevo PIF en Sevilla la Nueva. También se ha trabajado en la Base de Helicópteros y Brigada Helitransportada de Bustarviejo y las instalaciones de Lozoyuela, ahora más eficientes.
El Plan va ligado a una campaña de comunicación (#STOPincendios e #INFOMA22) en medios y redes sociales, que incidirá en la ciudadanía sobre cómo evitar fuegos forestales, tras las buenas cifras del año pasado, en el que el 82% de los mismos (258 de 314) quedó en conatos, gracias a la rápida intervención de los efectivos.
En 2021 ardieron un total de 494 hectáreas de terreno forestal, de las que 426 correspondieron a matorral y pastos y sólo 68 a superficie arbolada. El más reseñable fue el de Batres, con 138 hectáreas afectadas, 15 de ellas arboladas.