Un sindicato de prisiones denuncia que, tras la agresión, la interna siguió haciendo vida normal en el módulo como si no hubiera pasado nada
El sindicato de prisiones Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) denuncia una brutal agresión a una funcionaria de prisiones por parte de una reclusa en el centro penitenciario Madrid 1-Mujeres de Alcalá-Meco. Los hechos sucedieron el pasado 7 de noviembre al mediodía, cuando una interna agredió «brutalmente» a una funcionaria que tuvo que ser atendida de inmediato por los servicios médicos presentando hematomas en ambos antebrazos y lesión cervical, «además del daño psicológico que se sufre cuando se vive una experiencia de violencia como ésta», señala el sindicato.
Ocurrió en el módulo B1-2, «un departamento que es un totum revolutum donde el perfil de las internas va cambiando y residen tanto internas de tránsito (están temporalmente y tienen como destino otro centro penitenciario) como otro tipo de internas que la dirección del centro considera que no se pueden integrar con normalidad en otros departamentos», apunta TAMPM. Lo peor, dice el sindicato, es que «después de la agresión, esta interna siguió haciendo vida normal en el módulo como si no hubiera pasado nada, alimentando la sensación de total impunidad a cometer agresiones como ésta».
«Lo mismo pasó con la interna que agredió el 12 de octubre en la Enfermería de la misma prisión a otra compañera, siguió en el mismo sitio haciendo vida rutinaria durante más de una semana», denuncia TAMPM. «El sentimiento por parte de los profesionales penitenciarios es de total indefensión ante esta escalada de violencia en las prisiones. Es insoportable trabajar dentro de las prisiones españolas con estas políticas por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y que siguen a rajatabla las direcciones de los centros», agrega.
Unas políticas que el sindicato de prisiones califica de «condescendientes, laxas y paternalistas con el/la delincuente», «una especie de buenismo que al final convierte las cárceles en la ley del más fuerte, la ley de la selva, porque saben que sus actos no van a tener consecuencias ni una respuesta contundente, poniendo cada día en grave peligro la vida de las personas, profesionales y resto de la población reclusa», critica TAMPM, al mismo tiempo que desea la «pronta recuperación de la compañera agredida», a la que felicita «por su gran profesionalidad».
Asimismo, se queja de que los funcionarios de prisiones todavía no son considerados agentes de la autoridad y apunta que hasta septiembre «2022 se ha convertido en el año más violento de los últimos 8» en las cárceles españolas. «Según datos oficiales de la Secretaría General en los nueve primeros meses de 2022, hasta el 30 de septiembre, se computan un total de 310 agresiones a empleados públicos penitenciarios por parte de la población reclusa. Ello supone una ratio de más de una agresión diaria en las cárceles dependientes del Ministerio del Interior en ese periodo».
Denuncian, además, que la proposición de ley que dotaría a los funcionarios de prisiones de la condición de agentes de la autoridad lleva año y medio guardada en un cajón, lo que, a su juicio, «da una idea de lo prioritario que son para este Gobierno los funcionarios de instituciones penitenciarias». Estos también reclaman un Estatuto Propio para Prisiones, «que reconozca nuestra especifidad dentro de la Administración General del Estado» y lamentan «la falta de compromiso por parte de la Administración para hacer una mejora estructural y profunda de este servicio público esencial».