La Guardia Civil ha desarticulado, con 11 detenidos, la organización criminal más activa de robos en viviendas de España
La Guardia Civil, en el marco de la operación SIRIUX, ha desarticulado un grupo criminal perfectamente organizado y especializado en el robo de viviendas habitadas, deteniendo a sus 11 integrantes, concretamente siete chilenos, dos colombianos, un marroquí y una española, entre los que se incluyen los encargados de recepcionar y dar salida posteriormente a los objetos sustraídos.
La investigación se inició el pasado mes de abril, al detectarse un considerable aumento de este tipo de robos en provincias como Madrid y Segovia. En concreto, en la Comunidad de Madrid llegaron a asaltar 31 viviendas de las localidades de Alcalá de Henares, Paracuellos de Jarama, Boadilla del Monte, Torrelodones, Soto del Real, Villaviciosa de Odón, Valdemorillo, Colmenar Viejo, Villalba y Madrid capital; además de otras tantas en las provincias de Segovia, Valencia, Sevilla, Málaga y Toledo, hasta sumar más de 40 robos en los últimos tres meses.
Todos los robos eran cometidos con un mismo modus operandi, correspondiéndose el mismo a la actividad propia de los conocidos como lanzas chilenos, delincuentes especializados en el robo de viviendas habitadas, lo que conlleva una gran alarma social debido a la situación personal y emocional en la que quedan las víctimas, según ha informado la Guardia Civil.
Tras el análisis de todos los indicios obtenidos en los escenarios de los robos, los investigadores se centraron en la actividad de un grupo formado principalmente por personas de origen chileno, afincado en la Comunidad de Madrid.
Este grupo estaba formado tanto por personas con un arraigo mínimo en nuestro país, residiendo temporalmente en el mismo, como por personas que su único objetivo era trasladarse a España para llevar a cabo una intensa campaña de robos y regresar de nuevo a su país.
Pisos okupas para alojarse
Otra característica a destacar de este grupo criminal, era que sus componentes residían principalmente en pisos okupas, los cuales eran buscados y ofrecidos por una súbdita española que daba así cobertura al grupo mientras estos permanecían en España, sin utilizar de esta manera ningún establecimiento hotelero ni piso de alquiler, lo que complicaba la labor de los investigadores.
Siempre actuaban un mínimo de tres personas, produciéndose rotaciones dentro del grupo a la hora de llevar a cabo los robos y cambiando los distintos roles dentro del mismo, como eran la elección de los objetivos, vigilancias y el transporte de los efectos sustraídos, así como su posterior venta.
Además, gracias a la colaboración con las autoridades de Chile, se ha conseguido averiguar la identidad real de los detenidos, ya que algunos de ellos ya habían sido identificados en otros países como Francia e Italia por hechos similares, contando siempre con documentación falsificada.
Se han llevado a cabo un total de 7 registros en los municipios de Madrid y Getafe, llegándose a recuperar cientos de piezas de joyería y aparatos electrónicos, los cuales están siendo reconocidos por sus legítimos propietarios, así como dos pistolas simuladas y gran variedad de herramientas para cometer los robos.
Varias vías de receptación
En esta investigación se ha podido averiguar el destino final de la mayoría de los efectos sustraídos que, dependiendo de en qué consistían, se les daba un destino u otro.
En lo que a joyas se refiere, eran enviadas al país de origen de los detenidos, ocultas en maletas, por vía aérea, aunque una buena parte de éstas también eran entregadas en un establecimiento de Compro Oro situado en Madrid capital, sin ningún tipo de registro ni control administrativo.
Por otro lado, los efectos consistentes en aparatos electrónicos o informáticos eran recepcionados por una persona de nacionalidad marroquí que se hacía cargo de la mayoría de ellos y que, posteriormente vendía, la cual también ha sido detenida.
La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y por las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de las Comandancias de Segovia y Madrid, todo ello coordinado por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 5 de Segovia, que ha decretado prisión para todos los detenidos.