La parroquia de Santo Tomás de Villanueva organiza turnos de adoración al Santísimo durante las 24 horas mientras dure el cónclave
Hoy, 7 de mayo de 2025, comienza el cónclave en el que 133 cardenales de la Iglesia católica elegirán al sucesor del Papa Francisco. Centenares de fieles de la Diócesis de Alcalá han incluido en sus oraciones una petición para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina del Vaticano.
En la parroquia Santo Tomás de Villanueva, situada en el barrio de Espartales de Alcalá de Henares, se han organizado turnos de adoración al Santísimo Sacramento durante las 24 horas del día. La oración se mantendrá de forma ininterrumpida hasta que se produzca la fumata blanca y se proclame al nuevo pontífice.
Tras el funeral celebrado en la Catedral-Magistral por el eterno descanso del Papa Francisco, presidido por el obispo de Alcalá de Henares, Mons. Antonio Prieto Lucena, y el funeral realizado en la parroquia el viernes anterior, el Consejo Pastoral decidió promover esta iniciativa de oración continua. La propuesta responde a la petición del Colegio Cardenalicio, que pidió a los fieles rezar por el proceso de elección del nuevo papa.
La parroquia difundió la convocatoria a través de redes sociales, facilitando un formulario de inscripción para participar en los turnos de adoración. También se anunció durante todas las misas del templo para llegar al mayor número posible de feligreses. La adoración ininterrumpida comenzó el domingo 4 de mayo por la tarde y, desde entonces, el Santísimo ha permanecido expuesto sin interrupciones.
Según el párroco David Calahorra, «muchas personas acuden a lo largo del día e incluso por la noche, cuando puede haber hasta diez personas de manera simultánea en adoración». La parroquia, que recientemente celebró su 25 aniversario, reúne a numerosos grupos de fieles que viven activamente su fe. «Lo más hermoso —añade el párroco— es ver a una comunidad unida orando por el Papa, sintiéndolo como algo propio. El cónclave no es un evento lejano, sino algo que nos involucra como Iglesia. Queremos hacernos presentes con nuestra oración en la Capilla Sixtina, unidos a nuestros cardenales como pueblo de Dios».