A las puertas del local murió tiroteado un joven de 26 años en 2010
La Audiencia Provincial de Madrid celebra desde este lunes el juicio contra tres hombres acusados de matar a tiros, en agosto de 2010, a un joven durante una reyerta en una discoteca de Torrejón de Ardoz, según informa Efe.
Los acusados de delitos de homicidio, homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas son los hermanos Reyes N. M. y Basilio N. M, y el marroquí Mustapha A. Por el delito de homicidio, el Ministerio Público pide para cada uno de ellos 13 años de prisión; por el de homicidio en grado de tentativa, 9; y por el de tenencia ilícita de armas, 1 año y 8 meses.
Según recoge el escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 7 de agosto de 2010, cuando los tres acusados tuvieron una pelea con otro grupo de personas en la antigua discoteca Pícaro de Torrejón, ubicada en el número 148 de la Avenida de la Constitución y frecuentada por ciudadanos rumanos, donde Reyes N. M. llegó a exhibir una navaja.
A la salida del local, mientras dejaban la zona a bordo de un BMW, increparon y amenazaron a los integrantes del otro grupo con frases como «os vamos a matar, no sabéis con quien os estáis metiendo», mientras simulaban un arma de fuego con la mano.
Menos de dos horas después volvieron a la discoteca con una pistola y mientras Basilio N. M. se quedó en el coche vigilando, los otros dos salieron del vehículo y Mustapha disparó 14 tiros contra el grupo con el que se habían enfrentado antes, según la Fiscalía.
Dos de los disparos alcanzaron a Cosmin V.C., un joven rumano de 26 años que se encontraba en la puerta de la salida de emergencias de la discoteca y que murió al día siguiente en el hospital. Otro joven resultó herido de bala en un ojo.
Los acusados huyeron del lugar y fueron detenidos y enviados a prisión a principios de diciembre de ese mismo año, aunque salieron de la cárcel siete meses después.
La Fiscalía les reclama también el pago de 250.000 euros a los padres y hermanos de la víctima mortal y 8.150 euros al herido por las lesiones causadas.
El suceso causó gran conmoción en su día en la localidad y el Ayuntamiento, dirigido entonces por el actual consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, ordenó la clausura del recinto tras este y otros incidentes.