Los empleados estuvieron expuestos a fibras procedentes del amianto desde los años 70 y 80
El Instituto Nacional de Seguridad en el Trabajo ha confirmado dos nuevos casos de enfermedad laboral como consecuencia de la exposición a fibras procedentes del amianto en Metro de Madrid, tras el reconocimiento de un primer caso de asbestosis, un tipo de cáncer, en diciembre del año pasado.
En las últimas semanas, se ha confirmado el caso de un trabajador de mantenimiento de trenes que ingresó en Metro de Madrid a finales de los años 70.
Además, se ha confirmado igualmente el de otro trabajador de mantenimiento de escaleras mecánicas que ingresó en la compañía en los años 80.
Estos dos nuevos casos se suman al primero que se detectó y en el que está por determinarse el recargo de prestaciones que le corresponderían al empleado por parte de la compañía.
El plan de retirada del amianto del Metro de Madrid ha comenzado esta semana en los trenes más antiguos, para lo que la compañía invertirá 140 millones de euros hasta el año 2025.
Desde Metro insisten que, a día de hoy, no hay ningún riesgo para la salud ni para los viajeros ni para los trabajadores.
El amianto en la actualidad se localiza únicamente en un componente eléctrico denominado apagachispas y en un elemento situado en la cabina del conductor de dos modelos de trenes antiguos, por lo que se descarta por completo que haya rastro de este material en las escaleras mecánicas y en otros elementos del suburbano, puesto que fue eliminado antes de la entrada en vigor en 2002 de la prohibición de la producción, comercialización e instalación de productos fabricados con amianto en España.