El propio autor de La Mujer de Coslada, Antonio López, se ha encargado de reparar su obra
La Mujer de Coslada, obra que Antonio López creó para la ciudad, ha sido objeto de un acto vandálico en los últimos días. Los hechos ocurrieron la semana pasada, en la noche del martes al miércoles. «Alguien decidió dañar una obra única no solo en Madrid y España, sino a nivel internacional», según ha informado el Ayuntamiento de la localidad.
Según la denuncia, una o varias personas, aprovechando la noche, se acercaron hasta la estatua, que se encuentra en el inicio del Paseo de la Rambla, frente al Teatro Municipal, y pintaron un corazón y tres iniciales. Para ello utilizaron spray del que se suele usar en los grafitis, y provocaron un daño que, en palabras del alcalde, Ángel Viveros, «es una pena, por lo que esta obra representa, y porque forma parte del patrimonio cultural del municipio. No lo entendemos».
El propio regidor fue el encargado de informar a Antonio López de lo ocurrido. El pintor y escultor se acercó a finales de la semana pasada para reparar, de forma altruista, los daños causados por el ataque.
«Un acto incívico» que Viveros ha lamentado «porque esta estatua es ya un símbolo para nuestra ciudad. La Mujer de Coslada es una obra maestra, única en el mundo, y las y los cosladeños debemos cuidarla porque forma parte de nuestro patrimonio».
Del mismo modo, ha aprovechado para pedir colaboración ciudadana, «esa ayuda que tantas veces, junto con el trabajo de la Policía, ha ofrecido datos más que positivos».
«Ahora volvemos a solicitar a las vecinas y vecinos que residen por la zona que si vieron algo, si tienen algún detalle del incidente, no duden en ponerse en contacto con la Policía Local de Coslada», ha añadido el regidor.
Los hechos ya están siendo investigados por la Policía Local gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en las inmediaciones. Desde el cuerpo municipal explican que las pesquisas van «por buen camino».
La Mujer de Coslada fue inaugurada, siendo alcalde también Ángel Viveros, por el propio Antonio López en octubre de 2014. Se trata de una gran escultura de 3.000 kilos de peso y 5,60 metros de altura elaborada en bronce en una fundición ubicada en Arganda del Rey.