La defensa del detenido acusa a Celia de querer incriminarle por despecho
En los últimos días han visto la luz una serie de mensajes que supuestamente se intercambiaron Celia, la exnovia del único detenido por el crimen de Miriam Vallejo en Meco, y el hermano de éste.
Unos mensajes, desvelados por El Mundo, en los que Celia asegura que Sergio mató a su íntima amiga y compañera de piso porque ella le pilló con otra y consumiendo cocaína. Además dice saber donde está enterrada el arma del crimen.
«Al parecer estaba tu hermano en mi casa con la tipa esa magreándose en el sofá y Miriam les pilló. Aparte de que también le había visto consumir otra vez cocaína. Salió a buscarla y la cogió por la espalda, del cuello. Y el arma está enterrada allí, en una madriguera, y la ropa la quemó. Eso es hasta ahora lo que sé», escribe Celia al hermano del detenido.
«Todo eso es mentira por lo que nos ha dicho la Guardia Civil ayer, la investigación está bajo secreto, por lo que, salvo que te estén utilizando para involucrar a mi hermano, no tendrías por qué saber nada de eso», responde el hermano.
«Pues ya verás cuando se resuelva todo. Tengo yo una sudadera de esa chica que se dejó en la casa. Yo te entiendo. Pero la verdad es que tu hermano ha tenido algo que ver», concluye la mejor amiga de Miriam y compañera de piso.
Unos mensajes que escribió en agosto, el mismo día de la detención, y con los que la defensa de Sergio cree que Celia quiso inculparle. Además, según ha adelantado el periodista Nacho Abad en Espejo Público, la exnovia del acusado confesó a la Guardia Civil que esa información se la dio una vidente con la que consultó, algo que los investigadores ya habrían comprobado, por lo que resultaría falso que ese fuera el móvil del crimen y que Sergio estuviera con su supuesta amante cuando ocurrieron los hechos.
El abogado del único detenido tiene claro que su exnovia ha tratado de incriminarle por despecho, y por ello tiene previsto recurrir ante el Tribunal Constitucional su situación de prisión provisional. Por eso, y porque considera que no se dan las circunstancias para que siga en prisión, puesto que según argumenta no hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, y de las pesquisas practicadas tampoco se desprenden indicios racionales de su participación ni de una única autoría.
Insiste, además, la defensa del joven detenido en Azuqueca, en que detrás del crimen podría haber más personas implicadas, hasta 10 ó 15 personas del ámbito de la víctima, a tenor de las más de 90 puñaladas de distintas armas que habría recibido y de la declaración de un testigo que habría escuchado gritar a la joven «¡dejadme, soltadme!».