Flores, único condenado, recurrirá la sentencia que absuelve a los médicos y al exjefe de la Policía Municipal
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a cuatro años de cárcel al empresario Miguel Ángel Flores por la muerte de cinco jóvenes, (Belén, Cristina, Katia, Belén y María Teresa), en la fiesta que organizó el 1 de noviembre de 2012 en el pabellón municipal Madrid Arena.
Así consta en la sentencia, que se ha dado a conocer este martes, en la que los magistrados de la Sección Séptima consideran al dueño de la empresa que organizó la fiesta mortal autor de cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y 29 delitos de lesiones.
También han sido absueltos de responsabilidad de cárcel a los doctores Simón Viñals y su hijo Carlos, encargados de la enfermería que se instaló en la fiesta. Asimismo, se absuelve al exjefe de la Policía Municipal de Madrid Emilio Monetagudo de responsabilidad en la tragedia.
En el juicio, la Fiscalía de Madrid solicitó cuatro años de cárcel para Flores por cinco delitos de homicidio imprudente grave y seis años de inhabilitación para ejercer la profesión de empresario u organizador de fiestas. Las acusaciones elevaban esta petición a veinte años, cuatro años por cada joven fallecida.
Durante la vista oral, Flores manifestó su pesar por lo sucedido y culpó al Ayuntamiento dirigido entonces por Ana Botella del hecho de alquilarle un edificio en malas condiciones. La prueba practicada en la vista oral demostró que la principal causa de la tragedia fue el sobreaforo que hubo, agravado por el cierre de los vomitorios y la apertura de varias puertas de emergencias para que entraran jóvenes sin control directos a la pista.
Según la fiscal y las acusaciones, la pista debía estar esa noche a reventar a la hora del número de la barca del afamado dj Steve Aoki, un extremo que venía en una de las cláusulas del contrato. El espectáculo finalmente se hizo y fue cuando se produjeron diversas avalanchas, entre ellas una mortal.
El empresario Miguel Ángel Flores, por su parte, recurrirá la condena a cuatro años de cárcel, tal y como ha manifestado su abogado.
Los médicos absueltos pese al error inadmisible
Respecto a los médicos, en el juicio, el fiscal solicitó para ambos un año y medio de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave. Su abogado reclamó la libre absolución.
Los médicos atendieron a tres de las víctimas mortales: Katia Esteban, Rocío Oña y Cristina Arce. El fiscal les acusó de dar por muertas a dos de ellas cuando estaban en parada cardiorrespiratoria, en contra de su tesis.
En su declaración en la vista oral, Simón Viñals afirmó que tenía material suficiente para reanimar «a tres personas a la vez», del mismo modo que contaban con inyecciones de adrenalina para ese mismo número de personas.
«Hubo un error en el diagnóstico inadmisible e inexcusable», aseguró la representante del Ministerio Fiscal durante la exposición de su informe antes de que el juicio quedara visto para sentencia tras cuatro meses de sesiones.
En su informe, la fiscal criticó que el equipo médico estuviera formado por cuatro personas, entre ellas un ATS de 81 años, poniendo en duda las afirmaciones de Viñals cuando afirmó que se les informó que en el evento habría entre 4.000 y 6.000 personas.
La absolución del exjefe de la Policía Municipal
Respecto a Monteagudo, los magistrados consideran acreditado que si bien el dispositivo de Policía municipal era precario y pudo tener pudo tener incidencia en que no se impidieran infracciones como el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública o la venta ambulante, en absoluto guarda relación con el sobreaforo existente en el Madrid Arena esa noche.
«Ni la Policía Municipal, ni especialmente el acusado Emilio Monteagudo pudo conocer y controlar, ni sobre el resto de circunstancias y actuaciones que se produjeron en el interior de dicho pabellón, por lo que procede la libre absolución del que era jefe de la Policía Municipal aquella noche al no haber cometido el mismo conducta imprudente alguna que tenga influencia en el lamentable resultado producido», recoge el texto.
En su informe de conclusiones, la defensa de Monteagudo acusó de mentir a la jefa del operativo policial que se montó de la trágica fiesta en el Madrid Arena. Solicitó que se le abriera una investigación aparte por falsos testimonio en el plenario.
Monteagudo se sentó en el banquillo a instancias de las acusaciones que representan a las familias de las fallecidas en el juicio, ya que la fiscal no le acusaba de los hechos sucedidos.
En su declaración, el exmando policial responsabilizó a la jefa del operativo, Cándida Jiménez, de priorizar su misión en el evento en vez de denunciar el macrobotellón que se estaba produciendo en el exterior. Las familias de las víctimas creen que pudo evitar el botellón, una de las causas que provocó que el pabellón se masificara en un momento de la noche.
«El botellón no agrava ningún riesgo. El riesgo se generó en el pabellón. Ni la Policía Municipal como institución ni Monteagudo como exjefe han creado ni generado riesgo alguno ni previo», destacó su letrado.