Tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo con la Fiscalía
Un conductor de 30 años de edad que mató a una mujer de 40 años y a su hija de 12 años, el 1 de diciembre de 2022 en la localidad madrileña de Móstoles, tras un accidente cuando conducía de forma temeraria ebrio y drogado, ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión, tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo con la Fiscalía.
El acuerdo también incluye la retirada del carnet de conducir al acusado durante siete años y una reducción de la indemnización por responsabilidad civil que pedía la Fiscalía para los familiares de las víctimas de 587.344 a 466.000 euros. En el juicio, el conductor reconoció que iba ebrio y drogado tras una noche de fiesta y mostró su arrepentimiento.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, el acusado circulaba de modo temerario sobre las diez menos veinte de la noche de aquel día por la Avenida de Extremadura de Móstoles al volante de su vehículo después de haber ingerido bebidas alcohólicas y drogas. Además, circulaba a velocidad superior a la permitida en vía urbana cometiendo infracciones de tráfico.
Durante el trayecto y circulando a más de 130 kilómetros por hora chocó contra otro turismo conducido por la mujer fallecida, que viajaba con sus dos hijas, de 12 y 9 años de edad, y que trataba de salir de un estacionamiento para incorporarse a la carretera. En el siniestro fallecieron la mujer y su hija de 12 años mientras que la otra menor resultó herida.
Tras el impacto, el conductor permaneció en el lugar de los hechos hasta la llegada de los servicios de emergencia y la Policía Local, cuyos agentes evidenciaron en el acusado síntomas externos compatibles con la ingesta de alcohol y drogas, un consumo que después fue confirmado en las pruebas a las que fue sometido.
La Fiscalía apunta que condujo «de manera manifiestamente temeraria, poniendo en peligro tanto a su acompañante, como al resto de usuarios de la vía». El acusado, que desde hace un año está en prisión provisional, se encuentra en tratamiento por adicción y su letrada pedirá el tercer grado para que pueda cumplir la condena en un centro de rehabilitación en régimen de semilibertad.