Finalmente, la pareja fue detenida por tráfico de estupefacientes
La Policía Municipal de Madrid recibió este viernes un falso aviso de suicidio en un domicilio de Tetuán que acabó con la detención de una pareja por tráfico de estupefacientes.
Los hechos ocurrieron en la tarde de este viernes, cuando los agentes acudieron a un requerimiento por un intento de suicidio, junto a una dotación de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y otra del SAMUR.
Al llegar, los policías se encontraron en el exterior de la vivienda e intentando acceder al inmueble a una mujer que decía ser la propietaria del piso en que el supuestamente alguien estaba tratando de suicidarse.
La mujer dijo a los agentes que ella no había sido la persona que había dado el aviso ni tenía conocimiento de que en su domicilio hubiera alguien que quisiera quitarse la vida.
Tras estas declaraciones desconcertantes, los policías procedieron a llamar a la puerta del domicilio, que fue abierta por otra mujer que se identificó como la propietaria real del piso.

Imágenes: Policía Municipal de Madrid.
Según ésta, había alquilado la vivienda a la mujer que los agentes se encontraron en la calle y a su pareja, pero desde hacía dos semanas ya no vivían en su piso puesto que se finalizó su contrato de arrendamiento.
En ese instante se presentó en la vivienda la pareja de la inquilina, que venía a recoger sus enseres. El hombre trató de entrar por la fuerza al domicilio, algo que originó las sospechas de los agentes.
Finalmente, la Policía Municipal accedió a que fuera la inquilina quien entrara en el domicilio, acompañada por la Policía, cuando de repente se dirigió al salón de la vivienda y se guardó un objeto notorio que había junto al televisor.
La mujer escondió una caja metálica que contenía unas bolsas de plástico con una sustancia de color blanco en polvo en su interior, que podría ser cocaína, dos básculas de precisión, munición diversa y dinero en billetes.
En el registro, los agentes hallaron 500 euros en efectivo, 318 gramos de esa sustancia pulverulenta, 4 teléfonos móviles, diversos enseres habituales para el corte de estupefacientes (vasos, cucharas, bolsitas vacías y alambres), y 11 cartuchos de munición del calibre 9 milímetros.