Era el supuesto cabecilla de una organización que estafó a dos ayuntamientos mediante el llamado fraude del CEO
La Policía Nacional ha desarticulado una red criminal de piratas informáticos que estafaba a ayuntamientos mediante el llamado fraude del CEO, entre ellos, uno en Mallorca y otro en Cataluña, que han sufrido un perjuicio económico de más de 600.000 euros tras suplantar la identidad de una empresa de limpieza mediante mensajes de correo electrónico.
Seis personas han sido arrestadas como presuntas responsables de los delitos de estafa, falsedad documental y pertenencia a organización criminal y no se descartan nuevas detenciones. Entre los arrestados se encuentra el cabecilla, un joven que reside en un entorno marginal, español de 19 años, sin estudios y vecino de Aluche, que ofrecía alrededor de 50 euros a terceras personas, en redes sociales, a cambio de que se abriesen cuentas en entidades bancarias.
La investigación comenzó a raíz de una denuncia presentada por un ayuntamiento de Mallorca en abril del 2022, en la que relataba que su departamento financiero había transferido más de 300.000 euros como pago por sus servicios a un nuevo número de cuenta que le había facilitado por correo electrónico, supuestamente, la empresa de mantenimiento y limpieza que tenían contratada.
A los pocos días, la auténtica empresa contactó con el consistorio balear para preguntar por el pago de los servicios prestados, ya que no habían recibido ninguna transferencia. Fue en ese momento cuando el ayuntamiento descubrió que la dirección de correo electrónico de esta empresa había sido suplantada para sustituir el número de su cuenta bancaria por otro, totalmente ajeno a la misma y sujeto al control del cabecilla de la organización.
Las pesquisas arrancaron con la identificación de dos personas que ejercían como mulas tras abrirse cuentas bancarias a su nombre para desviar el efectivo finalmente defraudado a cambio de una compensación económica. Una vez el líder de la organización obtenía el acceso a estas cuentas bancarias, operaba a su antojo con ellas, utilizándolas como intermediarias para desviar el dinero defraudado.
A finales del pasado mes de febrero se realizó un registro en un domicilio de Madrid, donde se incautaron tres teléfonos móviles, con los que se establecían los contactos por redes sociales. Su propietario fue detenido por su papel como encargado de manejar los perfiles de redes sociales desde los que se captaba a la gente ocupando así un escalón superior en la organización. Esta segunda fase finalizó con el arresto de otros dos varones que también ejercían de mulas.
Durante el análisis de las cuentas bancarias, los agentes detectaron que otro ayuntamiento de Cataluña había sido igualmente estafado por el mismo método, llegando el total del dinero defraudado a 314.000 euros. Ahora la Policía trata de averiguar adónde ha ido a parar tanto dinero y si hay alguien más detrás de la organización.
El fraude del CEO consiste en la intromisión no autorizada de una tercera persona en las conversaciones mantenidas a través de correo electrónico entre dos intervinientes, en las que concretan el medio de pago como consecuencia de una actividad comercial entre ambos. Los responsables de estas estafas se hacen valer de terceras personas o de documentación falsa, remitiendo como norma general, certificados bancarios manipulados.