El grupo delictivo compraba coches siniestrados con el fin de adquirir su documentación y utilizarla para legalizar vehículos robados de la misma marca y modelo
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Talamanca de Jarama una organización dedicada al robo de vehículos para defraudar a compañías aseguradoras. El grupo delictivo compraba coches siniestrados con el fin de adquirir su documentación y poder utilizarla en vehículos robados de la misma marca y modelo.
Posteriormente denunciaban el robo o incendio ficticio de los turismos con matrículas dobladas y lograban engañar a las aseguradoras con los coches siniestrados –con la misma matrícula y documentación- para cobrar el seguro. Se ha detenido a cinco personas por su presunta implicación en delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, estafa, receptación y simulación de delito y se han esclarecido ocho hechos delictivos.
Las primeras pesquisas se iniciaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de las presuntas actividades ilícitas de un empresario de la zona, ya que, al parecer, estaba utilizando como tapadera algunos negocios que regentaba para dedicarse a la compra de vehículos siniestrados. Con la documentación de estos coches legalizaba otros, que habían sido robados por grupos delincuenciales dedicados a ello.
Con esta información, los investigadores lograron identificar a varias personas que integraban un grupo delictivo asentado en la localidad madrileña de Talamanca de Jarama y en localidades próximas como El Casar y Daganzo. Todas estas personas habían sido titulares de numerosos vehículos que se los transferían entre ellos y entre las empresas sobre las que tenían control. Además, todos ellos tenían un denominador común y es que habían denunciado diferentes robos por los que habían recibido importantes indemnizaciones de compañías aseguradoras.
Defraudación en cuatro modalidades
Tras varias gestiones, los policías detectaron su modus operandi que consistía en comprar turismos siniestrados a través de desguaces o de particulares para adquirir las documentaciones originales de los mismos. Una vez que tenían en su poder esta documentación, conseguían vehículos robados de las mismas marcas y modelos para legalizarlos, es decir, falsificarlos con la documentación de los vehículos siniestrados y ponerlos en circulación.
A partir del momento en el que conseguían doblar las matrículas, diversificaban su modo de defraudar en cuatro modalidades diferentes. De este modo aumentaban la frecuencia de los siniestros y, con ello, los beneficios, además de evitar investigaciones por parte de las autoridades al no establecer un patrón tipo a la hora de relacionar los siniestros.
Una de sus modalidades delictiva consistía en incendiar el vehículo robado, previamente falsificado, simulando un acto vandálico. De este modo, la aseguradora habría visto el vehículo ya reparado y “legalizado” tras el robo, el cual habría quedado calcinado y en estado de siniestro total, abonando la indemnización. Se ha podido demostrar en el caso del robo de un vehículo de alta gama con el que no pudieron conseguir la indemnización gracias a la investigación policial.
Otra opción que esta organización empleaba era el robo con violencia. Uno de los integrantes simulaba ser víctima y denunciaba que los hechos habían ocurrido a punta de pistola. Para no levantar sospechas, se desplazaban fuera de la Comunidad de Madrid y a lugares con gran población en verano para simular encontrarse de vacaciones. Tras una simulación de delito y una denuncia falsa en Huelva, lo investigadores demostraron que la víctima no se encontraba en el lugar que manifestaba cuando le sustrajeron el vehículo, acreditando que ese coche siguió circulando con posterioridad a dicho robo. Con esta metodología, la organización llegó a recibir 15.000 euros en concepto de indemnización por un solo vehículo.
La tercera modalidad descubierta consistía en reemplazar el vehículo siniestrado por otro robado, que era a su vez denunciado como sustraído tras haberlo dejado estacionado en la vía pública. Esta forma de actuar se descubrió con el caso de un coche por el que percibieron 35.000 euros en concepto de indemnización.
Por último, los detenidos también utilizaban vehículos robados para su uso personal, turismos que provenían de desguaces y que eran reparados con vehículos sustraídos.
Detenidos in situ cuando llevaban al taller un vehículo calcinado
Tras recabar las pruebas incriminatorias suficientes, se determinó llevar a cabo la explotación de la operación para acabar con el flujo de indemnizaciones por siniestros simulados y con la actividad delictiva que estaban desarrollando.
Tras localizar el lugar en el que el grupo escondía y realizaba el resto de su ilícita actividad, en la localidad madrileña de Talamanca de Jarama, los agentes localizaron al principal investigado cuando llevaba a peritar a un taller un vehículo que había sido calcinado. En ese momento procedieron a su detención junto a su hijo, que también formaba parte activa del grupo y que lo acompañaba en ese momento. A continuación, fueron detenidos los otros integrantes del entramado antes de que consiguiesen deshacerse de aquellas pruebas que les pudiesen incriminar en otros hechos delictivos previos o que estaban desarrollando en ese momento.
Entre los efectos intervenidos, se han recuperado dos automóviles completos sustraídos que el grupo tenía ya preparados para realizar fraudes con las compañías aseguradoras, así como una elevada cantidad de piezas de vehículos -motor, caja de cambios, llantas de aleación, elementos de la suspensión, interiores completos, pilotos o paragolpes-.
A los detenidos se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, estafa, receptación y simulación de delito, habiéndose esclarecido ocho hechos delictivos hasta el momento.
Nuevas detenciones en cinco operaciones más en las provincias de Madrid, Toledo, Alicante y Cádiz
En el transcurso de la investigación los agentes llevaron a cabo nuevas operaciones contra otros grupos criminales, especializados en las mismas modalidades de estafas a compañías aseguradoras. Asimismo los investigadores detectaron otros dos nuevos métodos, el primero de ellos consistía en adquirir un coche a través de la formalización de un leasing o renting. Para ello falsificaban nóminas con las que aparentaban una solvencia económica. Una vez en su poder, abonaban las dos primeras cuotas y llevaban el vehículo a otro país donde lo matriculaban como si fuera un turismo importado. Con el coche ya legalizado en otro país, procedían a su venta a un precio inferior al del mercado, consiguiendo de este modo deshacerse rápido de él. Mediante este método, los agentes detectaron dos vehículos valorados en 100.000 euros y obtenidos de un leasing en Bulgaria, así como otros dos turismos defraudados del Reino Unido; uno de ellos fue intervenido cuando se disponían a transferirlo.
El segundo método empleado consistía en presentar una denuncia en comisaría simulando la pérdida de la llave para cobrar el valor de la misma, ya que en muchos casos supera los 400 euros. Falsificaban estas denuncias cambiando las fechas y lugares, y las presentaban nuevamente para volver a cobrar las llaves. Los agentes detectaron la utilización de una denuncia en Alcobendas (Madrid) hasta en tres ocasiones, por lo que se procedió a detener al autor.
Finalmente se ha arrestado a otras 13 personas en Madrid, Leganés (Madrid), Talamanca de Jarama (Madrid), Illescas (Toledo), Elche (Alicante) y Algeciras (Cádiz). También se han llevado a cabo ocho registros en total y entre los efectos intervenidos se han recuperado otros cinco coches completos sustraídos y una elevada cantidad de piezas, así como útiles para llevar a cabo la sustracción de los mismos. Con toda la información y pruebas recabadas los agentes han podido esclarecer 40 hechos delictivos.