Se trata de tres jóvenes de nacionalidad rumana que fueron detenidos en La Rioja y ya están en libertad con cargos
La Policía Nacional ha detenido en Logroño (La Rioja) a tres hombres de nacionalidad rumana, que formaban un grupo criminal itinerante, con gran movilidad geográfica, especializado en hurtos de terminales telefónicos en establecimientos comerciales (tiendas, bares y otros comercios) cometidos en la capital riojana y en Guadalajara, según han informado fuentes policiales.
Las investigaciones comenzaron a finales del mes de marzo, cuando, a través de las denuncias presentadas en esta Jefatura Superior de Policía, se pudo comprobar cómo un grupo organizado podría estar cometiendo hurtos en establecimientos comerciales de Logroño, siendo desplegado un dispositivo policial para localizar e identificar de sus integrantes.
Durante el desarrollo de la operación policial, fue localizado un vehículo que circulaba por la calle Estambrera de Logroño, ocupado por tres varones.
Una vez que el vehículo estacionó en doble fila, los agentes observaron cómo uno de ellos, con un folio en la mano, entraba en el interior de un establecimiento; un segundo se quedaba vigilando en las inmediaciones del mismo; mientras que el tercero permanecía en el vehículo con el motor en marcha, para dar cobertura y facilitar la huida en caso de ser sorprendidos por los empleados.
Tras un discreto seguimiento, los agentes pudieron comprobar cómo esta operación era realizada en varios comercios de la zona, por lo que decidieron interceptar el vehículo e identificar a sus ocupantes, siendo detenidos a continuación.
Los detenidos resultaron ser tres hombres de nacionalidad rumana, de edades comprendidas entre los 21 y los 28 años, residentes fuera de La Rioja, comprobando que, a uno de ellos, le constaba en vigor una requisitoria por un delito de hurto en Guadalajara, pudiéndoles imputar posteriormente seis delitos más, tres en Logroño y otros tres en Guadalajara.
El método de la muleta
Las tres personas detenidas formaban parte de un grupo criminal itinerante, con gran movilidad geográfica, como así lo demostraban las diferentes detenciones en otras provincias.
A ello se sumaba el hecho de que, en el interior del vehículo, había tres pequeñas maletas de viaje, preparadas con varias prendas de vestir para cambiarse. Estaban especializados, principalmente, en el hurto de terminales móviles de alta gama y otros objetos de valor.
El modus operandi consistía, básicamente, en visitar varios comercios de la ciudad a la que se desplazaban, entrando uno de los miembros del grupo y, con cualquier excusa, llamar la atención de los dependientes o encargados con un folio en blanco (muleta), consiguiendo distraerlos y hacerse con los teléfonos u objetos de valor depositados en los mostradores de los establecimientos.
Las diligencias, junto con los detenidos, fueron puestos a disposición judicial, quién decreto su libertad con cargos.