Así lo asegura el sindicato Comisiones Obreras que pide no criminalizar al conductor
El sindicato Comisiones Obreras de Castilla y León ha salido en defensa, a través de su sector de Carretera de Servicios a la Ciudadanía, del camionero vallisoletano que empotró su camión contra la fábrica de IVECO en Madrid. Después fue detenido por la Policía, como adelantamos aquí en MiraCorredor.tv.
El sindicato ha pedido «que no se criminalice» al conductor del camión y ha defendido que este trabajador «no es un peligro público».
CCOO también ha recordado que el chófer estuvo de baja por estrés y depresión durante la semana pasada debido a la situación laboral que padece y el médico de cabecera le dio el alta a la espera de ser atendido por un especialista en psiquiatría, asunto que está en seguimiento por parte de los técnicos del Gabinete de Salud Laboral de CCOO de Castilla y León en Valladolid, con el fin de asesorar y ayudar a la resolución de este problema.
Por todo ello, desde el Sector de Carretera de CCOO se ha hecho un llamamiento a los empresarios, a las Administraciones Públicas y a todos los participantes en el sector del transporte, a poner las medidas necesarias para que, hechos como este, no vuelvan a producirse, y más en los momentos actuales, en los que determinadas actuaciones con vehículos y atropellos causan alarma en la sociedad, como posibles actos terroristas.
Asimismo, CCOO ha recordado el tiempo que lleva denunciando las condiciones laborales de los profesionales del sector, y en concreto, de la empresa a la que pertenece el camionero que hace portes entre las dos factorías que la multinacional italiana tiene en España, en las ciudades de Valladolid y Madrid.
La organización sindical ha resumido la situación de este profesional, así como la de muchos de sus compañeros, en «un exceso de fatiga como consecuencia de las largas jornadas laborales que tienen que realizar, tanto de horas de conducción efectiva, de presencia, como de esperas necesarias para las cargas y descargas».
Esto deriva, según explica el sindicato, en «incumplimientos de los tiempos de descanso, tanto entre jornadas como semanales, que se agudizan aún más cuando estos tienen que realizarse fuera de su residencia y en condiciones desfavorables desde el punto de vista de la Salud Laboral».
CCOO también ha reprochado «la presión ingente a la que están sometidos los trabajadores por miedo a ser sancionados o despedidos por los propios empresarios, que hace surgir situaciones de estrés no detectadas a primera vista, y que necesitan el correspondiente tratamiento médico y psiquiátrico».
Según Comisiones, «las inspecciones que tienen que llevarse a cabo para evitar estos abusos son escasas, cuando no nulas, por la falta de efectivos para realizarlas, lo que deriva en los consiguientes abusos por parte de los empresarios en la aplicación de las normas laborales correspondientes, sin importarles la posible sanción a la que se exponen por parte de Inspección de Trabajo y Seguridad Social».