Las autoridades recuerdan que es peligroso acudir a zonas de baño no autorizadas
La Comunidad de Madrid y la provincia de Guadalajara reúnen varias zonas de baño naturales autorizadas para que el verano sea más llevadero.
En el caso de Madrid, las zonas autorizadas son el Embalse de San Juan (San Martín de Valdeiglesias), los Villares (Estremera), las Presillas (Rascafría), con clasificación de excelencia en sus aguas; y la conocida como Playa del Alberche, con denominación de agua buena.
La temporada anterior, se declaró como zona no apta para el baño la Charca Verde (Manzanares El Real) como consecuencia de necesidades de protección ambiental, reguladas por la normativa vigente. Asimismo, se recordaba que tampoco estaba permitido el baño en el resto del curso del río Manzanares.
Esta temporada, se ha anunciado el cierre la piscina del área recreativa de Riosequillo, situada en la margen derecha del embalse del mismo nombre, en el término municipal de Buitrago del Lozoya, y considerada una de las más grandes de la Comunidad de Madrid. No abrirá este verano después de que el Canal de Isabel II haya detectado una serie de deficiencias estructurales que impiden su puesta en marcha.
En el caso de Guadalajara, se agrupan un total de siete zonas de aguas de baño, dos en el Río Tajo (Trillo y Zaorejas); tres en el Embalse de Entrepeñas (Alocén, Durón y Pareja); una en el Embalse de Alcorlo (La Toba) y una en el Embalse de Palmaces de Jadraque.
En ambos casos la temporada finalizará el 15 de septiembre y las autoridades recuerdan que puede resultar peligroso para el bañista acudir a zonas de baño no autorizadas por la posibilidad de que el agua cuente con microorganismos nocivos para la salud o, bien, por el riesgo de ahogamiento.
Por otro lado, se incide en que se respete la señalización existente, así como cuantas indicaciones de advertencia, avisos y peligros que se encuentren instaladas en estos parajes.
Hay que tener en cuenta que la profundidad puede variar de un día a otro y el agua suele estar turbia y con poca visibilidad en algunos puntos, por lo que conviene comprobar la distancia al fondo y que no haya elementos sumergidos tales como piedras, árboles, ramas u otros objetos.
Por tanto, es importante conocer la profundidad de la zona de baño y no saltar desde demasiada altura. Si la zambullida es de cabeza, debe ser con los brazos situados en prolongación del cuerpo, protegiendo así el cuello y la cabeza. Las zambullidas incorrectas pueden provocar una lesión medular, siendo la prudencia la mejor arma para evitar este tipo de lesiones.
Por otra parte, en caso de que se produzca un accidente, y ante la necesidad de la recogida y manipulación de la víctima, es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para realizar el traslado. En ningún caso se debe transportar al lesionado en un vehículo utilitario.