Ese día prevé aprobar un real decreto que recoja las medidas del plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra
El Gobierno se ha comprometido este miércoles a bajar el precio de la luz, el gas y la gasolina el próximo 29 de marzo, cuando prevé aprobar un real decreto que recoja las medidas del plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. Así lo ha avanzado este miércoles el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, quien ha precisado que de momento el Ejecutivo estudia diferentes «alternativas» para poder lograr este objetivo.
«Vamos a trabajar para que el consenso incluya a los socios de la Unión Europea (UE), y si no lo hay el Gobierno igualmente tomará medidas», ha dicho en la rueda de prensa posterior a la reunión que ha mantenido en el Congreso con el PP, en la que ha explicado que el Ejecutivo está «barajando diferentes fórmulas, desde ayudas del Estado, fiscales, topar precios o establecer un precio único de la energía de manera que se pueda abaratar».
Sin embargo, no ha concretado de qué manera se llevará a cabo esa bajada de precios ni a qué impuestos afectará, aunque ha pedido al PP y al resto de grupos «unidad» para responder todos juntos desde el Congreso a esta emergencia. El ministro tiene previsto reunirse con todos los partidos para explorar medidas de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha subrayado, en la sesión de control en el Congreso, la necesidad de dar una «respuesta conjunta».
En esa respuesta a la invasión de Ucrania, Sánchez ha reiterado las dos fechas clave que ya apuntó en la Conferencia de Presidentes que acogió el pasado domingo la isla de La Palma. Por una parte, el 24 y el 25 de marzo, con la celebración de un Consejo Europeo para plantear una reforma en profundidad del mercado energético que permita «proteger a los consumidores más vulnerables, a nuestra industria, a nuestros ciudadanos, a nuestras pequeñas y medianas empresas frente a este chantaje energético que está tratando de infligir Putin a Europa».
Por otro lado, el 29 de marzo, con la aprobación del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra, una iniciativa que hoy el Gobierno empieza a abordar con los grupos parlamentarios en busca de un «gran acuerdo de país». «Es lo que merece y necesita el conjunto de la ciudadanía española», ha sostenido Sánchez. El jefe del Ejecutivo ha recordado otros dos consensos alcanzados en la Conferencia de Presidentes: retirar del debate partidista los fondos europeos y coordinar toda la respuesta para la acogida de los refugiados.
El presidente ha remarcado que esa crisis la «ha provocado solamente una persona, que es Vladimir Putin». Sánchez ha añadido que al presidente de Rusia le gustaría que Europa estuviese dividida, que «cundiera el desánimo entre la sociedad europea y la española» y que se celebraran manifestaciones «no en contra de la invasión y de la guerra, sino en contra de los gobiernos que están en contra de esa invasión y de esa guerra».
Desde el principal partido de la oposición insisten en que Sánchez debe bajar los impuestos de forma inmediata. La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, le ha pedido al presidente que se «ajuste el cinturón» porque «no puede seguir manteniendo tres vicepresidencias y veintidós ministerios». Gamarra ha cifrado en 108 millones de euros al año el incremento del gasto en asesores y en 60.000 millones el margen «para reducir gasto ineficiente sin afectar a la calidad de los servicios públicos».
El PP pide la reducción del IVA del 21 al 4% en gasolina y gasoil, un recorte temporal del impuesto de hidrocarburos, y tomar de forma inmediata, sin esperar al 29 de marzo, medidas, siguiendo la senda de Francia, Polonia o Irlanda para paliar una «inflación galopante» que «convierte en un lujo ir al supermercado o echar gasolina». Gamarra considera una «inmoralidad» pedir «sacrificios» a la ciudadanía desde «la atalaya del Gobierno más caro y numeroso de la historia» de España.