Dudas entre los ciudadanos y en muchas empresas en el primer día sin mascarillas: se eliminan en interiores salvo transportes, hospitales, residencias y farmacias, aunque las empresas podrán exigírselas a sus trabajadores
La nueva norma sobre el uso de las mascarilla, que no ha sido publicada en el BOE hasta esta misma mañana, deja algunos aspectos en el aire o imprecisos y ha generado cierto caos entre los ciudadanos y algunas empresas que no saben muy bien qué tienen que hacer. Hoy una vecina de Alcalá contaba a MiraCorredor que en el supermercado todo el mundo la llevaba puesta, aunque ya no es obligatoria. «Me la he quitado, pero al ver a la chica de la carne con ella, me la he vuelto a poner».
Como hemos contado aquí, las mascarillas no son obligatorias salvo en los centros sanitarios y sociosanitarios (residencias), en farmacias y en el trasporte público y de viajeros, aunque sólo cuando se está dentro del vehículo en cuestión: tren, metro, autobús, avión, barco, taxi o VTC, pero no en los andenes ni en los pasillos o salas de estaciones o aeropuertos, donde todavía hoy se ha visto a mucha gente con ellas.
Las empresas deberán decidir por su cuenta si imponen en sus plantillas el uso de la mascarilla en interiores o no. Grandes cadenas de supermercados y superficies comerciales como Mercadona han transmitido a sus trabajadores que el uso de las mascarillas será voluntario y recomendable en personas vulnerables. Carrefour y El Corte Inglés de momento la mantendrán cuando sus empleados tengan que atender a algún cliente y Lidl ha decidido eliminarlas.
Por extraño que todavía nos parezca, tampoco son obligatorias en teatros, cines, conciertos, discotecas, bares, restaurantes, colegios, institutos o edificios públicos, aunque muchos han pensado que lo mejor es esperar a ver cómo evoluciona la pandemia. «Todavía es pronto para retirarla, yo al menos la seguiré llevando un tiempo», explicaba otro vecino de la ciudad complutense a este medio. De hecho, la norma aprobada apuesta por el uso responsable ante aglomeraciones o situaciones en las que no se pueda mantener la distancia.
Por la calle muchos no saben todavía qué hacer. «Yo veo a mucha gente con mascarilla dentro y fuera de los sitios, así que no sabemos qué hacer», indica un matrimonio de Torrejón. «La cuestión es que siempre tienes que llevar una en el bolsillo por si acaso», nos dice otra vecina de la ciudad. Por el momento es así, si se coge el transporte público o se necesita entrar en una farmacia es necesaria. Pero no lo es para entrar al banco, al estanco o a la peluquería.
Tampoco es obligatoria en el ascensor de las comunidades de vecinos o en la escalera y otras zonas comunes y no pueden obligarnos a llevarla. Del mismo modo, un establecimiento no puede ampararse en el derecho de admisión para prohibir la entrada de personas que no la lleven puesta. Para eso tendrían que estar autorizados por la autoridad competente y mostrar un cartel homologado que lo advierta. Tendrán que llevarla, eso sí, los visitantes y trabajadores de hospitales, residencias y centros de salud, pero se elimina para las personas ingresadas.
Donde también ha llegado el caos este miércoles es a los centros educativos, donde no hay que llevarla aunque es recomendable en el caso de profesores con factores de vulnerabilidad, y a las administraciones públicas (ayuntamientos, comisarías, oficinas de empleo, hacienda, etc), donde muchos empleados que prestan atención al público han preferido no quitársela. Además, se mantienen en muchos de estos lugares las soluciones antisépticas de manos y las pantallas de protección.
En este sentido, CSIF, el sindicato más representativo en las administraciones públicas, se ha dirigido formalmente a los comités de seguridad y salud en el trabajo reclamando una reunión urgente para evaluar los riesgos y regular el uso o no de mascarillas en el ámbito laboral. El sindicato ha criticado la falta de previsión: «Desde CSIF, echamos en falta un plazo lógico para una mejor organización y evaluación de riesgos de cada puesto de trabajo a la hora de mantener o no el uso de las mascarillas».