Se trata de una herramienta terapéutica complementaria que ofrece múltiples beneficios emocionales, sociales, sensoriales y físicos
El Hospital Universitario de Torrejón, perteneciente a la red pública de la Comunidad de Madrid, ha incorporado la terapia asistida con animales al tratamiento de niños con Trastorno del Espectro Autista para fomentar el estímulo sensorial, la interacción con el medio y la comunicación con los iguales.
«Se trata de un proyecto muy prometedor y efectivo, diseñado para proporcionar apoyo emocional y terapéutico a estos pacientes pediátricos que tienen muchas dificultades para comunicar, contar y compartir. La presencia y la actuación de los animales, en este caso de perros, facilita esa labor para favorecer el proceso de aprendizaje con los niños en terapias grupales», destacan desde el centro sanitario.
La Unidad de Salud Mental Infantojuvenil ha incorporado la Terapia Asistida con Animales con el objetivo de utilizar la interacción con animales entrenados por la Asociación Yaracán para mejorar la capacidad de socialización y reducir los comportamientos problemáticos de niños con autismo, apostando por las terapias no farmacológicas centradas en el paciente para mejorar su calidad de vida. «La terapia con animales puede proporcionar una experiencia sensorial muy favorable en los niños, ayudándoles a experimentar movimientos, sonidos y texturas», señala la Dra. Sofía Carazo, especialista en Psiquiatría Infantojuvenil del Hospital Universitario de Torrejón.
Esta actividad en niños con TEA puede reducir hasta en un 50% el uso de fármacos y disminuir los niveles de estrés y ansiedad. Además, «mejora las habilidades sociales como la comunicación, el contacto social y la empatía, ya que los niños pueden sentirse más cómodos al interactuar con un animal que con adultos o incluso con otros niños», argumenta la Dra. Helena Díaz, jefa del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental. Esto se debe a que «el animal no juzga, no cuestiona y no critica”, por lo que al niño “le despierta confianza y se siente seguro». Algo que agiliza mucho la terapia y permite avanzar de una forma mucho más rápida y eficaz que con el abordaje tradicional.
«También se trabaja todo lo que tiene que ver con el orden, tener paciencia y esperar su turno para acariciar al perro, respetar los tiempos, al animal, a los compañeros… con lo cual, todo este proceso de aprendizaje con los niños con autismo es muy favorecedor», añade la jefa de servicio del centro torrejonero. Desde el Hospital Universitario de Torrejón recalcan la importancia del vínculo emocional que se genera entre los pacientes y los animales, ya que repercute muy positivamente en la adherencia al tratamiento y en la motivación para participar en las actividades terapéuticas. Además, los juegos y tareas realizados con los animales ayudan a desarrollar diferentes ejercicios motoros, abordando una gran variedad de necesidades y desafíos para pacientes pediátricos con dicho trastorno.
En definitiva, la terapia asistida con animales «es una herramienta terapéutica complementaria que ofrece múltiples beneficios emocionales, sociales, sensoriales y físicos en un determinado perfil de pacientes», que son seleccionados minuciosamente por los equipos de Salud Mental.