Los socialistas también abogan por ubicar los nuevos crematorios en suelos de clasificación industrial, fuera del los núcleos urbanos
El PSOE considera necesario que se tomen medidas para minimizar el impacto ambiental y sobre la salud de los hornos crematorios y sugiere, por ejemplo, la utilización de ataúdes de cartón ondulado o de otros materiales vegetales distintos a la madera, vestir al difunto con ropa de fibra textil natural, evitar tratamiento de tanatopraxia o que los nuevos crematorios se ubiquen en suelos de clasificación industrial, fuera del los núcleos urbanos.
Con este objetivo, los socialistas han registrado una proposición no de ley para su debate en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso. En su iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, el PSOE recuerda que numerosos estudios advierten de que la incineración de cadáveres humanos produce emisiones contaminantes peligrosas para la salud. La legislación vigente, señalan, ya obliga a los titulares de estos servicios a realizar controles y a disponer de los equipos de filtración necesarios para reducir la carta de tóxicos de sus emisiones.
Sin embargo, apuntan, «no siempre se aplican las mejores técnicas disponibles de descontaminación, especialmente en las instalaciones antiguas». Además, según detallan, aunque el Consejo Interterritorial de Salud aprobó en 2018 una Guía de consenso sobre la actividad mortuoria, no existe una norma que impida que estas instalaciones se sitúen en los cascos urbanos o en zonas próximas a ellos. Esa guía sí fija algunos requisitos sobre la distancia a la que deben estar las chimeneas de los nucleos poblacionales pero todavía hay comunidades autónomas que no las han incorporado a su legislación.
Por ello, quieren que el Congreso inste al Gobierno a coordinarse con las autonomía para impulsar una ordenación de la actividad de cremación de cadáveres que vele por la protección tanto de la salud como del medio ambiente. Así, plantean que, para los crematorios ya existentes, se incrementen los controles de las emisiones de manera que se garantice una adecuada calidad del aire, de acuerdo con los estándares de protección exigidos por la Unión Europea y las recomendaciones de organismos internacionales.
Y, para los de nueva creación abogan por ubicarlos en suelos de clasificación industrial y por fijar una distancia mínima obligatoria con nucleos poblacionales o espacios vulnerables, «teniendo en cuenta, admemás, todas las circunstancias que intervienen en la dispersión de las emisiones, tales como la fuerza y la dirección del viento».
Además, tanto para los crematorios que ya funcionan como para los que se instalen en el futuro, los socialistas reclaman que utilicen las «mejores prácticas y tecnologías existentes para reducir al máximo las emisiones contaminantes». Tal y como indican en la exposición de motivos de la iniciativa éstas serían: la utilización de ataúdes de cartón ondulado o de otros materiales vegetales distintos a la madera, vestir al difunto con ropa de fibra téxtil natural, evitar tratamiento de tanatopraxia. «Con estas actuaciones se podrían eliminar los componentes sintéticos volátiles que habitualmente componen los féretros convencionales y las ropas sintéticas, así como el formaldehído y otros líquidos de conservación tóxicos», argumenta el PSOE.