El presidente de Castilla-La Mancha teme un castigo electoral y se ha desmarcado del Gobierno y de su campaña de desprestigio contra el líder del PP
El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, se ha desmarcado del Gobierno y de su campaña de desprestigio contra Alberto Núñez Feijóo, al asegurar que le parece «solvente», en contra de las palabras de Pedro Sánchez en el Senado donde, precisamente, llamó al líder del PP «insolvente» y de las repetidas críticas e insultos de los ministros al gallego.
«No comparto ni me identifico con ese apelativo de insolvente, ni creo que sea acertado», ha dicho el presidente castellanomanchego durante una entrevista en El Mundo. Unas palabras que no han sentado nada bien en el PSOE y que desde el PP valoran con recelo al entender que trata de salvarse de cara a las elecciones autonómicas de 2023 donde se juega la reelección con unas encuestas «muy justas».
El presidente de Castilla-La Mancha también marca distancia con los pactos del Gobierno con ERC y Bildu, porque considera que puedan perjudicar al PSOE en las próximas elecciones municipales y autonómicas. «Si seguimos con las mismas compañías, es evidente que va a haber un castigo», ha dicho en la misma entrevista.
Desde el Gobierno y el PSOE intentan restarle importancia a estas palabras, aunque internamente no ocultan su malestar. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, asegura que el partido está fuerte y unido. Mismo mensaje que ha repetido la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría: «Lo importante es donde estamos y denunciar que tenemos una oposición que no cumple».