La Sala de lo Penal rechaza el recurso de casación del condenado contra la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por el homicidio de la que era su pareja
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 15 años de prisión para César Román, conocido como el Rey del Cachopo, por el homicidio en 2018 de la que era su pareja, Heidi Paz, cuyo cadáver descuartizó sin que hasta la fecha hayan aparecido ni la cabeza ni las extremidades, informa Efe.
La Sala de lo Penal ha dictado una sentencia en la que rechaza el recurso de casación del condenado contra la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que confirmó otra de la Audiencia Provincial por un delito de homicidio con las agravantes de parentesco y género.
Además, la Sala ratifica los 15 años de libertad vigilada, así como el pago de una indemnización a los hijos de Heidi de 142.229 euros a cada uno y a su madre de 100.000. El letrado de la familia, Alexis Socias, ha expresado a Efe su satisfacción por la sentencia y ha confiado en que ahora sí se entreguen a la familia los restos de Heidi para que puedan ser repatriados y enterrados en su país de origen, Honduras, ya que la Audiencia de Madrid había denegado esa petición en espera de la sentencia del Alto Tribunal.
Según la resolución judicial, el condenado la mató al no aceptar que ella quisiera distanciarse de él y aunque no consta cómo lo hizo, la Sala asegura que no fue accidental. A continuación, para evitar ser descubierto, y que se pudiera identificar el cadáver y determinar la causa de la muerte, procedió a descuartizarla.
Tras ello, Cesar introdujo el torso en una bolsa de plástico negra y luego en una maleta y pidió un taxi que le trasladó hasta una nave industrial del barrio de Usera-Villaverde de Madrid, alquilada por una sociedad suya.
En el interior de la nave, entre el 5 y 13 de agosto de 2018, César, nuevamente para evitar que se pudiera identificar el cadáver de Heidi, roció el torso con sosa cáustica, y valiéndose de un cuchillo, le cortó las mamas que tenían unos implantes de silicona cuya numeración podía servir para su identificación.
Una actuación de los Bomberos el 13 de agosto por un incendio en esa nave permitió el hallazgo de la maleta que contenía el torso de la mujer, al que se le habían amputado las piernas, los brazos, y la cabeza con el cuello, así como las mamas.
Ese mismo día, tras enterarse de que se había encontrado el cuerpo de la mujer hondureña, dejó de utilizar la línea de teléfono habitual y huyó a Zaragoza, donde utilizó distintas identidades para alquilar una habitación y conseguir trabajo como cocinero. Román fue detenido el 16 de noviembre de ese año en Zaragoza, donde residía con un nombre falso y había cambiado su aspecto.